Imagen: Desde la trinchera narrativa
Ayer, durante una clase de “empresa informativa” en la Facultad de Comunicación de Sevilla, se produjo un debate que me llamó poderosamente la atención.
El profesor lanzó una pregunta al aire: ¿Que os parece que escriban en los periódicos personas que nos son periodistas? Al principio se hizo el silencio, pero luego los futuros periodistas comenzaron a reaccionar y lo hicieron defendiendo la profesión y argumentando, la mayoría, que les parecía muy mal, que era lo mismo que si cualquiera que no fuese médico se dedicara a ejercer la medicina.
Es la lógica respuesta del que sabe, visto lo visto, que lo va a tener crudo una vez finalice la carrera para poder ejercer en lo que se ha estado preparando durante cinco duros años.
Sin embargo, durante los entresijos del debate, salió a la luz un hecho a mi juicio demasiado alarmante. La inmensa mayoría de los estudiantes allí presentes apenas escribía, a no ser para los trabajos de evaluación que les encomendaban los profesores, y tan sólo un par de ellos tenía un blog donde expresarse con regularidad y contar lo que sucede a su alrededor con los medios a su alcance. Tampoco ninguno mostró interés alguno por saber en qué consistía el palabro y, por supuesto, ni son capaces de imaginarse cuánto y cómo de bien puede ayudarles a encauzar el ejercicio de su futura profesión.
Este aspecto me parece más preocupante todavía, porque además de la formación necesaria y precisa para poder ejercer el periodismo, en ese impulso instintivo y primario de contar las cosas que ocurren es donde dormita el periodista de raza, el que no se conforma con la apariencia de las cosas y se empeña en descubrir sus connotaciones más intimas para después contarlas. No es concebible que las facultades de comunicación estén a rebosar de futuros periodistas que no se atreven a escribir.
Esa necesidad ha de venir grabada a fuego en el alumno desde mucho antes de aterrizar en la universidad, porque el periodismo, más que una profesión, debería ser una actitud permanente ante la vida y el mundo, que después se pulirá con la formación adecuada que la dote de las herramientas necesarias para desarrollarla y ponerla en práctica.
No basta con escribir bien, hay que sentir la necesidad de contar el mundo y hacerlo bien. Por eso no puedo comprender que quienes mañana van a ser los artífices de esta profesión no se encuentren escribiendo lo que ven sus ojos desde hace ya años.
Me parece más coherente, antes que desentrañar la relevancia de la responsabilidad sobre la democracia que se adquiere con la profesión, porque “democracia y buen periodismo siempre han ido de la mano” (pdf), pero antes debemos llegar a la conclusión de que primero hay que ser simplemente periodistas.
6 comentarios:
Se puede decir más alto, pero no más claro. Felicidades
Un abrazo
Gracias Chiqui, es lo que veo a mi alrededor y así lo cuento.
Un abrazo.
No puedo estar mas de acuerdo con tu postura, "el periodismo es una actitud".
Llevo mas de 15 años hablando de cine en radio y televisión, haciendo columnas de opinión, glosando la actualidad mas chocante desde los puntos de vista mas insólitos y, por supuesto, blogueando (muchísimo menos de lo que me gustaría)... y no, no he estudiado periodismo.
Tengo la suerte de que en todas esas tareas han sido los profesionales de los medios los que me han llamado a mi (de hecho me gano la vida como jurista) pero al final es la ACTITUD lo que te hace enfrentarte a la realidad y transmitir a los demás lo que tu conoces y ellos no, expresar tu opinión o simplemente desarrollar tu visión exteriorizandola.
Me da pena leer cosas como las que cuentas, y debo lamentar que incluso tengo un familiar, licenciado en periodismo y en comunicación audiovisual... que ni lee prensa, ni escucha la radio (fuera de radioformulas) ni ve informativos en televisión ni le interesa lo mas mínimo.
Profesionalmente se ha decantado por la parte técnica, pero ¿tanta formación para no tener interés ninguno por la información?
Por cierto... el año que viene me matriculo del segundo ciclo de Periodismo... por gusto dirían algunos... por actitud, defiendo yo.
Antonio Rentero: pues estamos en el mismo caso, Antonio. Yo también estoy intentando concluir el segundo ciclo por actitud y por interés. Pero llevo escribiendo muchos años, casi desde que tengo uso de razón, porque siempre pensé que tengo algo que decir al mundo y aquí me tienes, sin callarme, intentando hacerlo lo más honestamente que puedo.
Ése es el gran problema de las facultades de comunicación. Infinidad de alumnos que dicen querer escribir en un futuro y vivir de ello pero que, a 2 años de terminar la carrera, no han juntado más de 10 líneas periodísticas.
Tú lo has dicho. El interés tiene que salir de uno mismo....
ana asuero: pues sí, ana, si uno no tiene interés en escribir, para qué ser periodista.
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