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23 mayo 2008

El periodismo, como la vida, está en la calle

En el blog de Gabriel SamaApuntes con masaje” leo el post “La insoportable levedad de la web” que el autor escribe a raíz de un reportaje en The New York Times sobre los efectos de bloguear a cerca de la vida privada durante todo el día.

Me gusta especialmente este extracto que os dejo aquí, sobre todo porque me ha traído al recuerdo el post que escribí el otro día, “Hay vida ahí fuera”. Y es que cada día tengo más claro que el periodismo, como la vida, está en la calle y que las pantallas de ordenador, por más que evolucionen hasta alcanzar la versión N.0, jamás podrán suplantar a la vida.

“No sé qué lleva a la gente a consumir la TV de realidad y los textos con las intimidades de gente común y corriente. Es como escuchar a la pareja del piso de arriba hacer el amor o voltear a ver la gente tirada en el asfalto tras un accidente de auto; es inevitable, seductor y morboso. ¿Por qué este tipo de tema y textos están ganando cada día más espacios en los medios? Y, ¿qué causan doblemente rechazo y fascinación morbosa?
Lo importante, para términos de este blog, es no confundir estas expresiones con periodismo. Así como las opiniones son baratas y las investigaciones son caras, reflejar la vida propia como fórmula periodística sistemática es un sustituto facilón y engañoso a salir a reportear la vida de verdad, la que está allá afuera. Aunque la supuesta objetividad del periodismo es un tema superado, depender únicamente de nuestra experiencia de vida como fuente de información es una fórmula al fracaso. La experiencia vale, pero la información está en la calle”

Podéis leer el post completo aquí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bueno, no se, siguiendo tu linea de pensamiento, creo que la vida esta en la calle y en nuestra casa y en el pc y en los sueños y en la soledad y en todas partes solo hay que querer verla y vivirla y es atractiva.

un besazo de una vitalista empedernida y cansada.

pd:ayer me encontre con una mujer, amiga, de 97 años,super coqueta, inteligente y sabia, siempre me produce un gran placer hablar con ella, esta es todas partes,solo ver sus ojos y te llena de optimismo, estabamos viendo una obra vaguandista en una especie de casa okupa, es un ejemplo de vida sin duda.