Confirmada otra sanción en Tussam por los incidentes tras el sucidio de José Luis Alonso

Pocos gestos tan de valentía puede hacer un ser humano como el de no callar ante la injusticia y la sin razón.

En Tussam hay cuatro compañeros sobre quienes pesan una sanción de seis meses de empleo y sueldo acusados de ser los instigadores de los acontecimientos que sucedieron tras el suicidio de José Luis Alonso. En otras palabras, los responsabilizan de haber instigado a cuatrocientos conductores a darse de baja médica aquel día. Y un montaje tan pantagruélico como ese encuentra un inexplicable apoyo en los tribunales de justicia. ¿A quién sirve aquí la justicia de este país?

Menos mal que sólo les dio por convencerlos para que se dieran de baja. Anda que si se les ocurre decirles que le peguen fuego a la empresa hoy estamos todavía oliendo a chamusquina.

Saben mejor que nadie que todo es mentira, que nadie puede obligar a nadie en su sano juicio a coger una baja que no desea. Tiran por tierra y no se les caen los refajos de la vergüenza el buen nombre y el buen hacer de un alto número de profesionales de la sanidad de esta ciudad. Seguro que los acusados les amenazaron pistola en la sién para que firmaran las bajas médicas.

Todo por soberbia, porque como ellos no tienen sentimientos ni corazón que los albergue, son incapaces de entender que, alguien que recibe una noticia tan impactante como que el que estuvo charlando contigo ayer ha aparecido esta mañana colgado de una viga de su casa, pueda causarte trastornos y un estado de ánimo negativo para hacer un trabajo de una enorme responsabilidad. Sobre todo cuando ese compañero llevaba más de un año sometido a la presión de la empresa y de los medios, que lo asaetaban día sí y día no con titulares injuriosos. La justicia le dio la razón cuando ya de nada le servía.

Yo fui testigo directo de cuanto sucedió aquel día. En este blog podéis encontrar un relato pormenorizado de los hechos. Y si informar a un trabajador que se incorpora a su puesto de trabajo que su compañero se había suicidado la noche anterior al no poder soportar más tanta presión es merecedor de una condena, entonces yo también debo ser condenado.

Porque en este blog he informado concienzudamente de ello durante mucho tiempo a quien ha tenido a bien leerlo y con esa actitud no estoy instigando a la gente a darse de baja y no acudir a sus puestos de trabajo, ni nada parecido.