Monteseirín el mariano

La Policía Local de Sevilla anda a la greña con el Ayuntamiento presidido por Alfredo Sánchez Monteseirín a causa de una serie de reivindicaciones pendientes con el cuerpo (pasta gansa, en otras palabras).

Los muchachos del orden están cansados de que Monteseirín no cumpla lo que firma (¡y quién no!) y han decido pasar a la acción, hartos ya de que les tomen el pelo. Y eso que el propio alcalde, en un gesto de hipocresía que lo cataloga como pocos, salió en defensa de sus acciones de protesta hace unos días argumentando poco menos que no se trataba más que de berrenchines de niños traviesos. Las huelgas salvajes sólo las hacen los tipos de las empresas municipales, esos desagradecidos.

Pero claro, a estos chicos curtidos entre el filo cortante del peligro y las cadenas irrompibles del deber no se los arredra con simples halagos. Y Monteseirín parece que todavía no se ha enterado.

Además de varios y sucesivos actos de protestas anteriores, estuvieron a punto de poner en peligro la celebración de la etapa prólogo de la Vuelta Ciclista a España en la ciudad de las personas (con bicicleta).

Ahora, como el alcalde sigue dando la callada por respuesta, testarudo él, pues se están pensando montarle una movida con motivo de la celebración de la Beatificación de Madre María Purísima, los próximos 18 y 19 de septiembre. Y hasta ahí podíamos llegar, porque con la Iglesia y con la Virgen hemos topado y a mariano a Alfredo no le gana nadie. Vamos que no le pasa por la izquierda ni el mismísimo Cardenal Segura.

Los guasones agentes de la autoridad pretenden organizarle un haka maorí en plan cachondo en la puerta de la basílica de la Macarena. Algo original y divertido que llame la atención como el del vídeo que preside este post. Y a fe que entusiasmo no les falta.

Pero a Monteseirín no le ha hecho la misma gracia la idea y ha decidido cambiar el operativo previsto para el evento, además de condenar las “descalificaciones” contra la celebración, porque "atenta, contra la libertad religiosa" y causan un "grave daño a la imagen de Sevilla". Queda feo que la policía se convierta en un peligro para la libertad, porque trae recuerdos de otros tiempos que es mejor mantener en el olvido.

Hombre, no se me cabree usted, don Alfredo. Si en definitiva no son más que “estrategias sindicales” sin maldad alguna de muchachos mal aconsejados. Si quiere usted ensañarse de verdad, para eso están los curritos de Tussam, secuestradores de toda una ciudad con sus habitantes dentro, a los que tienen la fea costumbre de hacer rehenes. Con ellos no tiene ningún problema. Si hasta se permite no pagarles los salarios en fecha sin que las criaturitas abran la boca.