cabecera_tipográfica_trans

08 enero 2013

El herético Hugo Chávez

La recaída de Hugo Chávez en su grave enfermedad ha provocado que los grandes conglomerados de medios de comunicación, portavoces infalibles la mayoría de las veces del sistema que nos gobierna, vuelvan a la carga contra el régimen venezolano, a pesar de que su longevidad en el poder ha sido reiterada y legítimamente conseguida a través del escrutinio de las urnas.

Algunos contertulios sabelotodo se permiten incluso el lujo de acuñar términos como el de “postchavismo” para referirse a la época próxima a la que, a su juicio, está abocada de manera irreversible la sociedad venezolana,

Esta manera de personalizar en una sola persona, aunque se trate de la figura más visible del país, el conjunto de la política que se ha llevado a cabo en Venezuela durante los últimos trece años, amén de denigrante, no es nada nueva.

En realidad es un movimiento orquestado contra un elemento extraño a la estructura del sistema de poder —y por ende también a la mediática— que altera el conjunto y ha de ser aislado, ya que no puede ser absorbido por él, cuando no expulsado o utilizado por la propia estructura para autolegitimarse.

Sería absurdo pensar que Chávez es Venezuela, que una sola persona es la única y última responsable de las transformaciones que ha sufrido dicho país durante más de una década. Por muy presidente que sea, tras él hay toda una sociedad en su conjunto.

Sin embargo, para la estructura mediática imperante todo es válido con tal de exagerar y deformar su figura de cara a presentarlo como un personaje autoritario, trasnochado y ridículo, demagogo y enemigo del orden y de la democracia. Es lo que en el argot periodístico se conoce como “el herético”.

Decía Herbert Schiller que los medios de comunicación actúan como “los brazos ejecutores del sistema”, porque eso es preferible a “practicar algo vagamente a la responsabilidad social”, so pena de que se corra el riesgo de provocar “cólera” seguida de la consiguiente “represalia inmediata en los centros neurálgicos del poder”. Así se consigue que los controladores “no tengan de qué preocuparse”.

La omisión u ocultación interesada de una parte de la información es una de las prácticas más utilizadas para obtener los resultado deseados de cara a la opinión pública. Así, el retrato que se presenta del personaje siempre es el más acorde a los intereses del sistema. Con Venezuela, y en particular con su presidente se viene haciendo de forma sistemática desde que alcanzó el poder.

Sin embargo, han llegado a mis manos sendos informes sobre dicho país elaborados por el Center for Economic and Policy Research (CEPR), con sede en Washington D.C., sobre la evolución de la economía durante la era chavista cuyos datos y revelaciones rara vez se pueden encontrar en las informaciones que  los conglomerados mediáticos difunden.

El primero de ellos, fechado en febrero de 2009, se titula “El gobierno de Chávez después de 10 años. Evolución de la economía e indicadores sociales” y ha sido elaborado por Mark Weisbrot, Rebecca Ray y Luis Sandoval. Se trata de una evaluación de los indicadores económicos y sociales durante la primera década de gobiernos de Hugo Chávez y sus conclusiones no pueden ser más reveladoras. 

 

Por ejemplo que desde que Chávez nacionaliza la industria petrolera en el primer trimestre de 2003, el PIB real (corregido por la inflación) ha crecido un 94,7% hasta 2008, a un ritmo anual del 13,5%. Curiosamente la mayor parte de dicho crecimiento se ha dado en el sector no petrolero de la economía y, además, el sector privado ha crecido a mayor ritmo que el público.


O que la tasa de pobreza se ha reducido a más de la mitad a finales de 2008 y la de pobreza extrema en un 72% en el mismo período. Por su parte, el porcentaje de hogares en condiciones de pobreza ha disminuido en un 39% y el de extrema pobreza en más del 50%.


Otro tanto ocurre con la desigualdad, ponderada mediante el índice Gini, que ha descendido hasta el 41%, cuando en 2003 estaba situada en el 48,1%. Además, el gasto social real se ha triplicado, la mortalidad infantil ha caído más de un tercio y el número de médicos en el sector público se ha multiplicado por 12, cubriendo las necesidades de atención de millones de venezolanos que antes no tenían acceso a estos servicios.

 

En educación ocurre otro tanto de lo mismo. Se han incrementado en más del doble los índices de escolarización, especialmente en la educación superior. Y además, el desempleo ha descendido al 7,8% desde el 11,3 en el que estaba. El número de beneficiarios de la seguridad social se ha duplicado. Y la deuda pública total del gobierno ha pasado del 30,7% del PIB al 14,3% y la deuda externa del país del 25,6 al 9,8% del PIB. Para completar el cuadro macroeconómico, la inflación se encuentra en un nivel similar al de hace 10 años (31,4%) y las predicciones son de que la tendencia será al descenso.

 

El segundo informe, fechado en septiembre de 2012, se titula “¿Es sostenible la recuperación económica de Venezuela?” y ha sido elaborado por Mark Weisbrot y Jake Johnston. En él se pone de relieve la reiterada ineficiencia de los pronósticos del FMI sobre el crecimiento económico de Venezuela, que erraron en 10,6, 6,8 y 5,8 puntos porcentuales en el período comprendido entre 2004 y 2006.

 

Explica que, durante los primeros cuatro años de Chávez, cuando su gobierno aún no controlaba la empresa nacional de petróleos (PDVSA) hubo un alto grado de inestabilidad económica. Esto culmina con el golpe militar de abril de 2002, seguido de la huelga petrolera (diciembre de 2002 – febrero de 2003) que paralizó la economía y causó una recesión extremadamente severa que supuso una pérdida del 29% del PIB.


A raíz de la nacionalización a principios de 2003, la recuperación fue bastante rápida y la economía creció a un ritmo récord durante los cinco años posteriores, lo que supuso duplicar el PIB en el cuarto trimestre de 2008. En esas fechas los precios del petróleo se colapsaron y Venezuela entra en recesión en los comienzos de 2009, iniciando de nuevo su recuperación a mediados de 2010. Ya en 2011, la economía registra un crecimiento del 4,2% y en el primer semestre de 2012 de un 5,6.


Este informe es demasiado extenso como para resumirlo aquí, puesto que analiza uno por uno los factores claves de la economía venezolana. Pero lo que viene a concluir es que el crecimiento que se mantiene en la actualidad no solo es sostenible, sino que podría ser incluso mayor por muchos años más. Y, la verdad, yo no he visto nada de esto reflejado en los medios.

No hay comentarios: