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23 marzo 2009

Un periodismo comprometido

“La sociedad no necesita periódicos. Lo que necesita es periodismo. Durante un siglo, el imperativo de fortalecer el periodismo y el de fortalecer los periódicos han estado tan unidos como para ser indistinguibles. Ha sido estupendo mientras ha durado, pero ahora que se ha acabado, vamos a necesitar muchas otras maneras de fortalecer al periodismo. Cuando desplazamos la atención de “salvemos a los periódicos” a “salvemos el periodismo”, el imperativo cambia de “preservemos las instituciones actuales” a “hagamos lo que haga falta para que funcione”. Y lo que funciona hoy no es lo mismo que solía funcionar”

Es extracto de un post de Clay Shirky titulado “Periódicos y pensando lo impensable” (en inglés) del que ha traducido -para los perezosos- las ideas más relevantes Julio Alonso en Merodeando (Julio, te prometo leer el original, aunque me tenga que rebanar los sesos con mi inglés oxidado). Ya sabía de él por Marilink, que también publicó una reseña del mismo en su blog.

Al hilo de lo que expone Shirky sobre la necesidad del fortalecimiento del periodismo como la mejor medicina para garantizar la salud de esta profesión, y a propósito del debate generado a raíz de un post de Bukowski en “Sin Futuro y sin un duro” sobre periodismo ciudadano e intrusismo laboral, he aportado un comentario que traigo aquí porque me interesa lo que vosotros podáis opinar de cara a enriquecerlo.

Me ha salido tal cual, pero es una idea a la que llevo tiempo dándole vueltas, porque considero más necesario que nunca, tal y como está el panorama informativo, un periodismo diferente y comprometido que sea capaz de invitar a cambiar las cosas y la sociedad en su conjunto. Os lo dejo aquí, enriquecido con algunos enlaces a otros post de este blog que complementan la idea que abraza.

“… tal vez nosotros, los que estamos llegando y sí escribimos, porque no le tenemos el miedo a las nuevas tecnologías que le tienen los periodistas profesionales anquilosados en su poltrona, deberíamos elaborar un manifiesto por un periodismo comprometido, que cuente las verdades de quien no tiene voz ni le prestan oídos, un periodismo que se pueda convertir en una herramienta útil para transformar el mundo, algo que devuelva a esta profesión la dignidad perdida por tantos años de malas prácticas y de dormitar a la sombra del poder, un periodismo de clases, de la clase de los periodistas, aquellos que se lanzan a las calles a escuchar las historias que preocupan a la gente y luego tienen los cojones de contarlas como son, sin más intermediarios que su teclado y su compromiso con la sociedad en la que viven. Ése creo que es el único periodismo que merece la pena y si estáis por ello, amigos, nos encontraremos en el camino”

Un buen ejemplo de compromiso similar de reciente aparición en la red es P+DH, un blog de periodistas comprometidos con los Derechos Humanos, nacido al amparo del Manifiesto Periodismo y Derechos Humanos, que tanto ha dado que hablar en la red (y lo que te rondaré morena) y al que también sumé mi firma en su día.

A mí me gustaría que un compromiso de ese calado con la sociedad a la que servimos se extendiera todavía más, que denunciara cualquier tipo de injusticia social, que se posicionase claramente de parte de los más débiles, que consagrara sus esfuerzos a preservar los derechos fundamentales de la persona como parte integrante de una realidad que se ha de vivir a diario y no dormitar el sueño de los justos en los renglones olvidados de una ley encarcelada en un libraco de una estantería cualquiera.

Ahora os toca a vosotros aportar más ideas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Para recuperar al periodismo se debe restituir la dignidad de los periodistas reducidos, las más de las veces, a peones de grandes medios o a esclavos de una paga miserable y alcanzado también por la desregulación laboral.
Lo maravilloso de los Blogs está en que en ellos los periodistas pueden crear y recrear su libertad para expresarse. Cuando hay libertad real existe, si hay profesionalismo, el compromiso.

Gregorio Verdugo dijo...

Rosana: estoy de acuerdo, buen parte de la profesión pasa por recuperar la dignidad perdida en todos los aspectos.