“Yo creo que el periodismo es indispensable en todos los países del mundo; es un controlador de las injusticias y los periodistas que nos dedicamos a esto tenemos que adquirir este compromiso moral con la profesión. Por eso yo estoy tranquilo porque me expulsan por ser fiel a este compromiso. Denunciar realidades injustas haciendo fotos me parece un regalo del destino”
Lo cuenta Rafael Marchante, fotoperiodista, que ha sido expulsado por el Gobierno de Marruecos, donde lleva trabajando 3 años para la agencia Reuters. La entrevista la han realizado en P+DH vía Internet desde Rabat.
Lo más tétrico de todo es el silencio al respecto de la diplomacia española. ¿Por qué?, como él mismo explica, porque “si las relaciones están bien cruzan menos inmigrantes, pasa menos hachís, etc. y estos elementos los saben utilizar muy bien las autoridades marroquíes cuando se sientan en una mesa de negociaciones”.
Dos toneladas de cannabis y cuatro pateras menos a cambio de la libertad para informar de un periodista. Bochornoso.
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