Cuatro días al mes

Cuatro días al mes por setenta años de expolio. Cuatro días al mes para que la chusma inunde con su olor nauseabundo la todavía casa retiro del fantasma del dictador y sus descendientes.

Cuatro días al mes por las decenas de familias expropiadas bajo amenazas y sin recibir nada a cambio, por los funcionarios a los que se les descontó obligatoriamente parte de su sueldo sin derecho a negarse, por las extorsiones y las joyas familiares que algunos tuvieron que entregar, por carecer de otra cosa, con tal de no aparecer en la lista negra de rojos que se oponían a agasajar al cruel dictador en la tierra que lo vio nacer.

Cuatro días mensuales para tapar un agujero negro de casi un siglo de nefasta historia de este país.

Cuatro días al mes es lo que vale la ignominia.