Curiosa clasificación de los bloggers la que hace Srah Lacy en Business Week. Según ella sólo existen tres tipos:
1.- los profesionales que escriben por dinero.
2.- los amateurs que siguen haciéndolo “for the love of it”.
3.- los pioneros que empezaron fascinados por el medio, lo abandonaron para pasarse al nanoblogging con Twitter, Friendfeed y afines, y que seguramente se pasarán también al siguiente medio que aparezca en el panorama de la red.
En ese caso, Jack Daniel’s Blog estaría encuadrado en la segunda categoría.
Lacy elogia los “blogs pequeños, con comunidades sólidas y asentadas, esas en las que el autor conoce a los comentaristas y se cruza comentarios con ellos y entradas con otros blogs vecinos, en esa conversación que se suponía era parte de la esencia primigenia de los blogs como medios personales”.
En lo referente a este segundo aspecto a mí se me plantean serias dudas.
Según se desprende del último informe de Technorati sobre el estado de la blogosfera, sólo el 5,5% de los blogs (7,4 millones) se actualiza con cierta regularidad y de ellos tan sólo 1,5 millones se actualizaron en los últimos 7 días. Lo cual no dice mucho sobre la vitalidad de dichas comunidades sólidas y asentadas, la verdad.
Comunidades significativas de comentaristas que interactúan con el autor de la bitácora no es que haya visto muchas en la red, aunque hay algunas importantes. Quizá el caso que más me ha impactado sea el de Escolar.net, donde hay posts que han alcanzado cifras desorbitadas de comentarios de unos lectores apasionados inmersos en debates permanentes. Incluso hay lectores que participan en la administración del blog cuando son requeridos para ello. Otro caso que me ha llamado siempre la atención, por lo que me afecta de forma personal, es el de nilibreniocupado, el blog de Daniel Díaz, el último ganador del concurso 20Blogs, donde una amplia comunidad generada alrededor de sus entradas se ha ido asentando y ha propiciado ya varias iniciativas de interés.
Pero lo más normal, no se puede negar, es que los blogs no tengan demasiados comentaristas, con excepciones como ya he dicho, y que la conversación se produzca entre ellos mismos. Es lo que alguien ha llamado por ahí la “endogamia de los blogs”; nos leemos unos a otros una y otra vez en una especie de círculo cerrado que parece no tener fin.
La tendencia parece marcar que la gente que quiere conversar, sin tener un blog, se está decantando cada día más por las redes sociales, porque estas plataformas les facilitan herramientas que favorecen los contactos de grupos de intereses, creando un lenguaje a veces demasiado icónico donde languidece de forma alarmante el uso palabra. Hasta tal punto que hay autores que se han hecho eco del dilema de si dichas redes están asesinando lentamente a los blogs.
De todas formas, en todos estos debates premonitorios o condenatorios siempre serás tú quien tenga la última palabra.
Vía Bitácoras.com
Imagen: Anabast
1.- los profesionales que escriben por dinero.
2.- los amateurs que siguen haciéndolo “for the love of it”.
3.- los pioneros que empezaron fascinados por el medio, lo abandonaron para pasarse al nanoblogging con Twitter, Friendfeed y afines, y que seguramente se pasarán también al siguiente medio que aparezca en el panorama de la red.
En ese caso, Jack Daniel’s Blog estaría encuadrado en la segunda categoría.
Lacy elogia los “blogs pequeños, con comunidades sólidas y asentadas, esas en las que el autor conoce a los comentaristas y se cruza comentarios con ellos y entradas con otros blogs vecinos, en esa conversación que se suponía era parte de la esencia primigenia de los blogs como medios personales”.
En lo referente a este segundo aspecto a mí se me plantean serias dudas.
Según se desprende del último informe de Technorati sobre el estado de la blogosfera, sólo el 5,5% de los blogs (7,4 millones) se actualiza con cierta regularidad y de ellos tan sólo 1,5 millones se actualizaron en los últimos 7 días. Lo cual no dice mucho sobre la vitalidad de dichas comunidades sólidas y asentadas, la verdad.
Comunidades significativas de comentaristas que interactúan con el autor de la bitácora no es que haya visto muchas en la red, aunque hay algunas importantes. Quizá el caso que más me ha impactado sea el de Escolar.net, donde hay posts que han alcanzado cifras desorbitadas de comentarios de unos lectores apasionados inmersos en debates permanentes. Incluso hay lectores que participan en la administración del blog cuando son requeridos para ello. Otro caso que me ha llamado siempre la atención, por lo que me afecta de forma personal, es el de nilibreniocupado, el blog de Daniel Díaz, el último ganador del concurso 20Blogs, donde una amplia comunidad generada alrededor de sus entradas se ha ido asentando y ha propiciado ya varias iniciativas de interés.
Pero lo más normal, no se puede negar, es que los blogs no tengan demasiados comentaristas, con excepciones como ya he dicho, y que la conversación se produzca entre ellos mismos. Es lo que alguien ha llamado por ahí la “endogamia de los blogs”; nos leemos unos a otros una y otra vez en una especie de círculo cerrado que parece no tener fin.
La tendencia parece marcar que la gente que quiere conversar, sin tener un blog, se está decantando cada día más por las redes sociales, porque estas plataformas les facilitan herramientas que favorecen los contactos de grupos de intereses, creando un lenguaje a veces demasiado icónico donde languidece de forma alarmante el uso palabra. Hasta tal punto que hay autores que se han hecho eco del dilema de si dichas redes están asesinando lentamente a los blogs.
De todas formas, en todos estos debates premonitorios o condenatorios siempre serás tú quien tenga la última palabra.
Vía Bitácoras.com
Imagen: Anabast
4 comentarios:
Ehm, yo estaba planteando lo contrario. Twitter no está matando ningún blog...
Tienes razón,Marilink, perdona el lapsus. Tú sólo te hacías eco de la pregunta en un excelente post, por cierto.
Ya lo he arreglado, o al menos eso creo.
Un saludo.
i`m your permanent reader now
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lolikneri havaqatsu
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