David Táboas escribe en Ciberprensa:
“El cuaderno y el lápiz quedaron para la posteridad. ¿Quién ve ahora a un periodista con libreta en mano y lápiz o boli para seguir todo un evento? Los periodistas tradicionales han cambiado. Casi diría que se han extinguido y más cuando llegan nuevas oleadas de periodistas que hacen eso que estudiaron o que les enseñaron desde cosas como los blog, desde un ordenador portátil y ahora mismo, en este mismo instante, desde un terminal móvil como puede ser el iPhone”
No creo que hayan cambiado los periodistas, ni tampoco lo deseo. Es lo mismo que afirmar que los periodistas cambiaron cuando dejaron de escribir sus artículos a mano y comenzaron a hacerlo con las entonces revolucionarias máquinas de escribir.
Lo que han cambiado son las herramientas que se utilizan para ello y, tal vez, aquella sagrada y devota ubicación de la redacción para realizarlo.
El espíritu necesario para contar una historia sigue siendo el mismo que antes, y la sinceridad, la humildad y la ética imprescindibles a la hora de afrontarla también. Es más, ahora es más necesaria si cabe, ya que cualquiera puede convertirse en editor de noticias con una facilidad sorprendente.
El periodismo seguirá siendo por mucho tiempo una actitud ante la vida y un compromiso permanente con la sociedad y con los valores democráticos. Si no, dejará de ser periodismo, se haga desde un ordenador, desde un dispositivo móvil o desde una cueva en una selva perdida.
1 comentario:
Gran post David!
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