Uno de los debates más extendidos en la red es el que intenta predecir el futuro inmediato de los medios y de los periodistas. Tan manido está que ya hasta ha extendido de forma viral sus propios mitos. La desaparición de la prensa en formato papel y la reconversión de los periodistas tradicionales o la consabida integración de las redacciones son algunos de ellos que campan por infinidad de páginas levantando adhesiones o críticas, pero, en todo caso, fomentando el debate y la discusión.
Como os imaginaréis, para alguien que está estudiando periodismo en la actualidad, es difícil de asimilar un panorama que a priori se pinta tan negro como incierto. Me imagino que tendremos que agarrar nuestras esperanzas a manifestaciones como las que hizo Rupert Murdoch al diario La Nación en el sentido de que hay que “producir mejores periódicos que la gente quiera leer. Dejar de escribir artículos para ganar premios Pulitzer. Darle a la gente lo que quiere leer y hacérselo interesante”.
Murdoch apuesta por el análisis, los detalles y la calidad de la información, argumentando que es lo más valioso y que “la gente pagará por ello”.
En un reciente post en su blog Visión, Julio Alonso esgrimía “10 razones para que los periodistas estemos contentos” extraídas de un artículo aparecido en Online Journalism Blog, mantenido por el profesor británico profesor británico Paul Bradshaw.
No sé si será como para estar loco de contento, la alegría hoy en día es un bien demasiado caro a veces, pero al menos abre una puerta a cierta dosis de esperanza.
Os resumo el decálogo introduciendo pequeñas aportaciones de mi cosecha que entiendo que ayudan a clarificar el panorama.
La irrupción de las redes sociales y sus nudos de intereses pueden significar una salida interesante para la prensa. Como ya lo dijo en su día Juan Varela, hoy los medios quieren ser redes sociales.
Internet permite una mayor libertad informativa y su primera manifestación es que cada cual puede crearse su propia agenda, lejos de filtros y censuras ajenas.
Al existir una amplia variedad de formatos de publicación la información se ve enriquecida, fundamentalmente al poner en práctica el tratamiento multimedia de la misma. ¿Se podría hablar aquí de que el tratamiento multimedia de información establece de por sí diferentes niveles de lectura? No lo tengo muy claro, pero creo que no está muy descaminado.
Las noticias se han convertido en un deseado bien común al alcance de cualquiera y sin coste alguno.
El manantial de conocimiento compartido que supone Internet facilita al periodista multitud de referencias sobre las que basar sus argumentaciones.
La verificación de los datos se efectúa en tiempo real.
La globalización de lo local (Glocalización) permite la obtención de información desde cualquier parte del mundo con coste cero.
La conversación en la red permite que estemos en condiciones de conocer lo que dicen los otros sobre nuestro trabajo.
Dicho en Román paladino, si el periodista hace bien su trabajo y aporta un plus de calidad, utilizando todos los medios que las TIC ponen a su alcance para elaborar la información, el futuro no tiene por qué ser tan negro. Lo único que nos requerirá es una mayor esfuerzo y dedicación.
¿Tú cómo lo ves?
2 comentarios:
A mí me abre todas las ventanas que necesito para que me entre el máximo de luz y en todos los diferentes matices, con eso me doy por esperanzada.
Un beso a todos
Es que yo soy optimista por naturaleza, LP, no lo puedo remediar.
Un saludo.
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