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26 agosto 2015

Médicos Sin Fronteras denuncia el uso de armas químicas en Siria

La organización médico humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) difundió ayer un comunicado en el que informaba que el pasado viernes 21 de agosto por la noche, uno de los hospitales con los que cuenta en la Gobernación de Alepo, en Siria, “trató a cuatro pacientes con síntomas de haber estado expuestos a agentes químicos”.

Los afectados son miembros de una misma familia compuesta por los dos padres, una niña de 3 años de edad y otra niña recién nacida. Llegaron al hospital de MSF una hora después de haber sufrido la exposición a los agentes químicos, y presentaban enrojecimiento de los ojos, eritemas en la piel, conjuntivitis y dificultades respiratorias. A estos síntomas le siguieron la aparición de ampollas y el empeoramiento de sus condiciones respiratorias unas tres horas más tarde. El equipo médico les proporcionó tratamiento sintomático y oxígeno hasta que fueron evacuados a otro centro de tratamiento especializado.

La familia procedía de Marea, situada en el norte de Alepo y perteneciente al distrito de Azaz. La ciudad de Alepo, en la que varias fuerzas opositoras se disputan el poder entre ellas, había sufrido intensos ataques con morteros y artillería durante toda la semana y fue intensamente bombardeada durante la jornada del viernes. 

Según manifestaron los pacientes, un proyectil de mortero cayó en su casa alrededor de las siete y media de la tarde. Después de la explosión, un gas amarillo se esparció a lo largo de toda la sala de estar. Ambos padres, con la ayuda de algunos vecinos, trataron de proteger a sus hijos cubriéndolos con sus propios cuerpos. Fueron trasladados de inmediato al hospital de Marea, donde se les proporcionaron primeros auxilios. Cuando su estado de salud comenzó a deteriorarse fueron remitidos al hospital de MSF.

Pablo Marco, responsable de Operaciones de MSF para Siria, ha admitido que su organización "no tiene capacidad para hacer pruebas de laboratorio que confirmen la causa de estos síntomas”. Sin embargo, ha afirmado que “las características clínicas y la evolución de los pacientes tratados por nuestro equipo, así como su testimonio sobre las circunstancias en las que sufrieron el envenenamiento, apuntan a que estuvieron expuestos a un agente químico".

Esta aterradora noticia viene a sumarse al deterioro cada vez mayor de la situación humanitaria en la Gobernación de Alepo, donde en los últimos meses, en una ofensiva diferente, “un mínimo de 11 centros médicos han sido atacados deliberadamente con barriles bomba”, y donde los pocos hospitales y centros de salud que se mantienen operativos "son incapaces de hacer frente a las enormes necesidades de la población”.

Marco denuncia que cualquier uso de armas químicas “constituye una violación muy grave del derecho internacional humanitario” y supondría añadir un grado más de sufrimiento “a una población que está pagando las consecuencias de la peor crisis humanitaria de los últimos años”. “Hacemos un llamamiento a todas las partes enfrentadas para que muestren un mínimo de respeto por la vida humana y para que detengan la violencia indiscriminada sobre la población civil", concluye.

Médicos Sin Fronteras cuenta con seis centros médicos en el interior de Siria y apoya directamente a más de 100 clínicas, puestos de salud y hospitales de campaña en el país. También ofrece servicios médicos a los refugiados sirios que han huido a Jordania, Líbano, Turquía e Irak.

1 comentario:

Mark de Zabaleta dijo...

Verdaderamente dramático...

Saludos