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27 agosto 2015

Más de 50 cadáveres en la bodega de un barco rescatado en el Mediterráneo


En la mañana de ayer, el MY Phoenix, operado conjuntamente por Médicos Sin Fronteras (MSF) y MOAS, fue convocado a dar apoyo al Poseidón, guardacostas sueco, que estaba realizando una operación de rescate de 450 personas que viajaban en un barco de madera. Según informa en un comunicado emitido hoy la organización médico humanitaria, “el personal de MOAS distribuyó chalecos salvavidas y sanitarios de MSF subieron a bordo del barco para atender los números casos críticos detectados”.



Un médico y una enfermera descendieron a la bodega en la que había entrado agua y donde, para poder comprobar si quedaba alguien con vida, tuvieron que ir uno por uno sacando fuera del agua las cabezas de las personas sumergidas en el recinto. Más de 50 personas habían fallecido. Uno de los pacientes más críticos, afectado por inhalación de gases de combustión del motor, tuvo que ser estabilizado en la clínica a bordo del MY Phoenix y evacuado en helicóptero para recibir tratamiento especializado en tierra. 



En ese momento, una segunda barcaza de madera, con 550 personas, apareció en las inmediaciones y el equipo de rescate del MY Phoenix inició inmediatamente las operaciones de salvamento. Más de 415 personas fueron llevadas a bordo (su capacidad máxima) y el resto fueron acogidas por el Poseidón. Mientras se llevaba a cabo este rescate, llegó una lancha neumática con 100 personas a bordo que fueron transferidos por MOAS a un barco italiano que también se encontraba en la zona.



Will Turner, coordinador de emergencia de Médicos sin Fronteras a bordo del MY Phoenix, ha afirmado que las muertes de estas 52 personas muestran que “las operaciones de búsqueda y rescate son sólo una tirita, una solución temporal y no verdaderamente efectiva, frente al fracaso europeo a aportar soluciones”. En su opinión, a pesar del incremento de las operaciones de búsqueda y salvamento realizados desde el mes de abril, “el número de muertos continúa aumentando”. 



Turner defiende que la única manera de detener estas tragedias en el Mediterráneo es “establecer vías seguras y legales” para que las personas migren o soliciten asilo y refugio en Europa. “La desesperación de estas personas para huir de sus países las fuerza a subir a estos botes, a poner sus vidas en las manos de gente que se aprovecha de su necesidad de arriesgarlo todo para alcanzar la seguridad de Europa”, ha afirmado. “Hoy, como ayer, los políticos europeos tienen las manos manchadas de sangre. Es hora de cambiar, debe hacerse un replanteamiento radical y debe hacerse ya”, ha concluido.








Fotografías: Gabriele François Casini para Médicos Sin Fronteras.

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