1.- El súper delegado no se enteró del descontrol que ha reinado durante estos años en el Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla.
2.- Ni de la cantidad de adjudicaciones sospechosas a la empresa Fitonovo y su red societaria que se producían desde el Ayuntamiento.
3.- Ni de las supuestas andanzas delictivas de Francisco Luis Huertas, jefe obrero del Parque de María Luisa.
4.- Tampoco de las del Jefe de Servicio nombrado por su Gobierno nada más acceder al poder, Francisco Amores.
5.- Mucho menos de las del ex edil popular y hombre de confianza de Zoido, el que fuera director general de Parques y Jardines, Joaquín Peña.
6.- Ni idea sobre la buena relación de amistad de Peña, de profesión Subinspector de Empleo y Seguridad Social de la Inspección de Trabajo de Sevilla, con Carlos Alfonso Lozano Pastrana y con Juan Salas, de la empresa Albaba SL, a la que según los investigadores favoreció desde su privilegiado atril de poder.
7.- Ni de que Peña y Lozano podrían tener “intereses conjuntos en más de una empresa”, tal y como cree la jueza Alaya.
8.- Vílchez tampoco se enteró de las reiteradas denuncias de los trabajadores de Fitonovo sobre el incumplimiento de las condiciones del pliego en lo relativo al convenio que se les debía aplicar. Dio orden de trasladarlo a la Inspección de Trabajo, precisamente el lugar de donde procede su colega Peña, y se lavó las manos.
9.- Ni de las abundantes quejas de los funcionarios municipales y del personal laboral del Ayuntamiento sevillano sobre el incumplimiento en los trabajos que se habían contratado por parte de las empresas privadas y las falta de supervisión de los mismos por parte de algunos técnicos del Servicio de Parques y Jardines.
10.- Por no enterarse, ni siquiera supo que a Francisco Amores le gustan con delirio los caballos.
De lo que sí se enteró fue de algo que Joaquín Peña declaró ante los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
A la vuelta de las vacaciones de Peña del año 2013, Vílchez fue a visitarlo a la delegación y le contó que durante una visita realizada durante su ausencia a la que habían acudido el alcalde, Juan Ignacio Zoido, y algunos concejales, Francisco Amores le dijo a todo aquel que quiso escucharlo que Peña podría estar favoreciendo a su “buen amigo” Carlos Alfonso Lozano Pastrana. La misma acusación que la juez Alaya sostiene en el sumario.
A raíz de eso se fraguó el cese inmediato de Amores como Jefe de Servicio de Parques y Jardines, que estaba previsto para el 30 de septiembre de ese año y que, cuando se hacen públicas las primeras indagaciones de Alaya, se produce de inmediato.
Sin embargo, sobre las afirmaciones de Amores respecto a la conducta del ex director general de Medio Ambiente Vílchez no realizó ni la más mínima indagación. Tuvo que ser Alaya con su imputación la que provocara su cese fulminante a finales de ese mismo año
Debe ser que lo de ejercer de súper concejal afecta seriamente a la audición.
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