Al menos 25 miembros de la comunidad
bidun de Kuwait fueron detenidos entre el 2 y el 8 de octubre tras la
celebración de unas manifestaciones pacíficas en las que se denunciaban los
abusos contra los derechos humanos que se cometen contra las personas apátridas
de Kuwait.
El 2 de octubre, Día Internacional de
la No violencia, centenares de bidun, así es como se conoce a los apátridas que
residen desde hace mucho tiempo en Kuwait, se concentraron en la plaza de la
Libertad de Taima, gobernación de Al Yahra, para pedir una solución a la
condición de apátridas que soportan desde hace decenios y el fin de su
exclusión social.
Pese al aumento de las medidas de
seguridad, los manifestantes se congregaron en la plaza a la salida de una
mezquita adyacente, pero no tardaron en aparecer las fuerzas de seguridad y
antidisturbios, que utilizaron balas de plástico, gas lacrimógeno y bombas
sonoras para dispersarlos.
Detuvieron a más de 20 personas, 18 de
las cuales continúan aún bajo custodia. Tras las detenciones, no se celebraron
nuevas manifestaciones que estaban convocadas para el 5 de octubre debido a la
fuerte presencia de las fuerzas de seguridad. Pero esa misma noche y al día
siguiente se practicaron nuevas detenciones de bidun. A algunos activistas
bidun les han pedido que se entreguen a las autoridades.
Al menos 25 personas continúan
detenidas y se enfrentan a cargos como “estar en una zona de acceso
restringido”, “celebrar una manifestación no autorizada”, “disturbios”,
“agresión y oposición a agentes de policía” y “desobedecer la orden de
dispersarse”.
Según ha podido confirmar Amnistía Internacional, la
mayoría de los detenidos están en la Prisión Central, aunque hay dos en el
centro de detención de los Servicios de Investigación Criminal.
El 5 de octubre también fueron
detenidos, delante de sus casas, cinco jóvenes de entre 14 y 17 años, acusados
de participar en las manifestaciones, y recluidos en un centro de detención de
menores. Los jóvenes fueron puestos en libertad el pasado 9 de octubre tras
pagar una fianza de 200 dinares kuwaitíes (unos 710 dólares USA).
El año pasado se cumplió en
cincuentenario de la independencia de Kuwait, así como de la condición de
apátridas de los bidun del país. Éstos protestan contra su continua condición
de apátridas y piden la nacionalidad kuwaití, que les facilitaría el acceso a
la educación y a la atención de la salud gratuitas, así como al empleo en pie
de igualdad con los ciudadanos kuwaitíes.
En Kuwait, los bidun son más de
100,000. Muchos son descendientes de tribus beduinas migrantes, que vagaban
libremente a través de las fronteras de la región del Golfo y que, como sus antepasados no entendían la
importancia de la ciudadanía o, dado su modo de vida ancestral, no querían
pertenecer a ningún país, o eran analfabetos, no solicitaron la nacionalidad.
Muchos bidun afirman que la mayoría tienen documentos jurídicos que prueban su
asentamiento continuo en Kuwait desde hace mucho tiempo.
En 1959 se promulgó la Ley de Nacionalidad,
en virtud de la cual se consideraba ciudadanos kuwaitíes a quienes estuvieran
asentados en el país antes de 1920 y hubieran mantenido su residencia habitual
en él hasta la promulgación de la ley. Muchas personas apátridas fueron
reconocidas, por tanto, como ciudadanos kuwaitíes, otras se naturalizaron y
recibieron derechos parciales y el resto fueron calificadas de bidun.
Un elevado número de personas fueron
incluidas en el censo de 1965, criterio clave para conseguir el reconocimiento
como ciudadano kuwaití. Otras ingresaron en el ejército y la policías. Durante
la década de 1980, se deterioró en Kuwait la situación de seguridad, y la
actitud hacia los bidun cambió: dejaron de tener acceso a las escuelas
públicas, la atención gratuita sanitaria y ciertos puestos de trabajo en las
instituciones del Estado.
Las autoridades manifestaron que la
mayoría de los bidun eran ciudadanos de países vecinos y habían destruido sus
documentos para reclamar prestaciones de las que gozaban los ciudadanos kuwaitíes,
por lo que los consideraban “residentes ilegales”.
Tras la invasión iraquí de 1991 y la
liberación de Kuwait, gran número de bidun pasaron a ser sospechosos de
colaboración con el enemigo y dejó por ello de considerárselos parte de la
sociedad kuwaití. La mayoría perdieron sus puestos en el ejército y la policía
del país o en el sector público.
Motivados por las protestas que
estallaron en 2011 en el resto de la región de oriente Medio y Norte de África,
la famosa primavera árabe, los bidun vienen manifestándose pacíficamente desde
febrero de dicho año para pedir que se los reconozca como ciudadanos de Kuwait.
Las fuerzas de seguridad han hecho uso
de la fuerza para disolver manifestaciones y detenido a manifestantes, algunos
de los cuales se enfrentan a juicio por participar en las protestas. El
gobierno dijo que iba a ocuparse de algunos de los motivos de queja de los
bidun, pero señaló que sólo 34.000 de ellos tenían derecho a la ciudadanía.
El 27 de septiembre pasado, Amnistía
Internacional escribió una carta conjunta
con otras dos organizaciones reclamando sus derechos y cabe esperar que la
comunidad bidun continúe organizando manifestaciones pacíficas para expresar
sus demandas y hasta que sean atendidas.
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