La Corte de Apelaciones en lo Penal de
Texas ha suspendido la
ejecución de Marcus Druery, el enfermo mental que iba a ser ejecutado en
Texas en el día de hoy por un asesinato cometido en 2002.
El 11 de julio pasado, sus abogados presentaron ante un tribunal de primera instancia de Texas una moción en la que pedían que se suspendiera su ejecución y que se celebrara una vista judicial completa para determinar si su defendido es "apto" para ser ejecutado en virtud de la ley estadounidense.
El 11 de julio pasado, sus abogados presentaron ante un tribunal de primera instancia de Texas una moción en la que pedían que se suspendiera su ejecución y que se celebrara una vista judicial completa para determinar si su defendido es "apto" para ser ejecutado en virtud de la ley estadounidense.
Los abogados presentaron pruebas
convincentes de que Marcus Druery sufre una grave enfermedad mental, que
incluye esquizofrenia paranoide, con síntomas tales como delirios y
alucinaciones auditivas, mal que le fue diagnosticado por las propias
autoridades penitenciarias de Texas.
Una neuropsicóloga especializada en esquizofrenia y contratada por los abogados defensores se entrevistó con Marcus Druery y lo examinó en kayo pasado. Su conclusión fue que sufre esquizofrenia paranoide, que este trastorno mental surgió cuando el condenado tenía entre 25 y 30 años, y que "la gravedad y la naturaleza" de su enfermedad "le privan de una comprensión racional de la relación entre su delito y su castigo".
Pese a ello, el 24 de julio un juez de primera instancia denegó la moción de la defensa, alegando que los abogados "no han demostrado de manera sustancial la incompetencia mental del condenado". Los abogados apelaron y, el 27 de julio por la tarde, la Corte de Apelaciones en lo Penal de Texas concedió una suspensión de la ejecución para examinar la negativa del juez a celebrar una vista para determinar la competencia de Marcus Druery.
Una neuropsicóloga especializada en esquizofrenia y contratada por los abogados defensores se entrevistó con Marcus Druery y lo examinó en kayo pasado. Su conclusión fue que sufre esquizofrenia paranoide, que este trastorno mental surgió cuando el condenado tenía entre 25 y 30 años, y que "la gravedad y la naturaleza" de su enfermedad "le privan de una comprensión racional de la relación entre su delito y su castigo".
Pese a ello, el 24 de julio un juez de primera instancia denegó la moción de la defensa, alegando que los abogados "no han demostrado de manera sustancial la incompetencia mental del condenado". Los abogados apelaron y, el 27 de julio por la tarde, la Corte de Apelaciones en lo Penal de Texas concedió una suspensión de la ejecución para examinar la negativa del juez a celebrar una vista para determinar la competencia de Marcus Druery.
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