En las próximas elecciones municipales, los extranjeros residentes en Sevilla originarios de algún Estado miembro de la Unión Europea, o de Noruega, Chile, Colombia, Ecuador, Nueva Zelanda, Paraguay y Perú tendrán derecho a voto, siempre que cumplan los requisitos y se inscriban en el Censo Electoral entre el 1 de diciembre de este año y el 15 de enero de 2011.
Lo que quiere decir que de los 34.679 extranjeros que están empadronados a día de hoy en Sevilla, alrededor de 15.000 pertenecen a alguna de esas nacionalidades que les dan acceso al sufragio. Y más de ocho mil son provenientes de los países antes citados que no pertenecen a la UE.
Este dato, que parece casi anecdótico a primera vista, no lo es tanto si nos paramos a pensar que en las últimas elecciones celebradas en Sevilla la victoria del Partido Popular se produjo por el estrecho margen de 4.432 votos y que un edil en el consistorio sevillano viene a salir por 8.500 sufragios. Es decir, la comunidad extranjera no perteneciente a la UE de la ciudad tiene en sus manos el color de un concejal.
La cosa no deja de tener su guasa dadas las apreturas que se prevén a la hora de formar gobierno caso de no obtener ningún partido la mayoría absoluta, algo más que probable. Y esta aparente menudencia no ha pasado desapercibida a los dirigentes del Partido Popular, que rápidamente han puesto a sus chicos a elaborar con finos hilos de demagogia e hipocresía una tela de araña acogedora con la que atrapar ese voto letal e impredecible.
En estas sus labores se empleó con afán ayer miércoles Beltrán Pérez, a la sazón responsable de Movilidad Social y Electoral del equipo de campaña de Juan Ignacio Zoido, candidato a la alcaldía de Sevilla por el Partido Popular.
No deja de resultar cuanto menos paradójico este interés desmesurado del responsable electoral del PP por esa sorpresiva “apertura espacial” que desprende un tufillo a oportunismo hipócrita e interesado.
La mejor manera de abrir algo es no cerrarlo nunca, dejarlo permanentemente abierto y de par en par para que entre todo el que quiera. Y no es precisamente esto lo que están haciendo los camaradas de Pérez en el Parlamento Europeo, donde apoyarán la resolución de la derecha europea que pretende evitar cualquier tipo de censura a la expulsión de los gitanos que está llevando a cabo Nicolás Sarkozy en Francia.
No se cubre precisamente de gloria Beltrán Pérez jugando a prometer el oro aquí y después pegar la patada en el culo en Bruselas.
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