Rafael Cáceres, profesor ex candidato a diputado en Honduras, ha recibido amenazas de muerte después de que otro activista fuese víctima de secuestro y asesinado. Cáceres se había manifestado abiertamente contra el golpe de Estado que destituyó a Manuel Zelaya de la presidencia de Honduras.
Las amenazas se vienen llevando a cabo desde junio pasado a través de mensajes SMS, siempre desde el mismo número de teléfono móvil, que incluían frases como "Estás en la lista, perro", "Vos también estás en la lista de los profesores que vamos a quebrar" o "Te esperamos por El Sitio el jueves", este último reflejando un buen conocimiento de su rutina diaria, ya que tiene que atravesar el barrio de El Sitio cada día para acudir a su trabajo.
Cáceres ha denunciado las amenazas y facilitado todos los datos, incluido el número de teléfono, a la Dirección Nacional de Investigación Criminal de Honduras, sin que hasta ahora haya recibido respuesta alguna.
Rafael Cáceres es subdirector de la Escuela de Bellas Artes de Tegucigalpa, activista y había optado a un escaño en el Congreso por uno de los partidos de la oposición hondureña, el Partido Unificación Democrática.
Desde Amnistía Internacional se teme que vuelva a suceder lo mismo que con Walter Tróchez, el activista asesinado mediante un disparo efectuado desde un automóvil cuando se dirigía a su casa el pasado 13 de diciembre. Como recoge la ONG en un informe, la intensificación de la represión en Honduras amenaza una crisis de derechos humanos.
2 comentarios:
En países donde la democracia es todavía pura retórica, la labor de quienes la promueven es heroica, porque se juegan literalmente la vida. Ya no nos acordamos de ello en estos lares de patrioterismo de salón, donde acusamos sin pruebas al Gobierno de espìar, desde el chiringuito de la playa, por arañar algunos votos. Comparar ambas realidades es saludable para valorar nuestro Estado de Derecho y prestar todo el apoyo, como se hace desde este blog, a quienes luchan por conseguir uno semejante.
Gracias, Gregory.
Dan
Gracias Daniel, lo has expresado como nadie.
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