El lunes próximo se reúnen Netanyahu, Primer Ministro de Israel, y el Presidente Obama. Hay muchas expectativas con este encuentro, los expertos aseguran que sólo el liderazgo de Obama puede sentar las bases para un acuerdo serio que logre la paz en Oriente Medio. Yo no lo tengo tan claro, visto lo visto.
Pero lo que sí es cierto es que los poderosos extremistas religiosos de Israel y EE. UU. Van a seguir poniendo trabas al acuerdo de paz. El Ministro de Relaciones Exteriores de Israel, un reconocido miembro de la extrema derecha, se jacta incluso de que Obama hará lo que ellos le digan.
No sé si será útil mostrarle a Obama que todo el mundo le apoyaría si ejerciera un rol de liderazgo fuerte y justo.
Oriente Medio vive en una situación crítica que se prolonga inexcusablemente en el tiempo. Incluso el Rey de Jordania advirtió ayer que sólo existen dos opciones: paz o guerra. La coalición que gobierna Israel hoy día, integrada por un sin fin de extremistas colocados en puestos de relevancia, pretende el enfrentamiento con Hamas e Irán y promueven asentamientos ilegales que les permitan anexar territorios para acorralar a los palestinos en una pequeña porción de terreno.
Gaza sigue bloqueada y continúa con problemas para obtener materiales que posibiliten su reconstrucción tras la ruina de la guerra. La clase dirigente palestina, desacreditada y dividida, es incapaz de sacar a la población del acorralamiento entre la corrupción del liderazgo secular de Fatah y el extremismo religioso de Hamas. Incluso se siguen disparando misiles contra Israel a sabiendas de que no conduce nada más que al recrudecimiento de las hostilidades.
Casi nadie cree ya en la solución pacífica de la creación de dos Estados que pongan fina a cuatro décadas de ocupación y conflicto. Sin embargo, hay quien es posible un hueco para la esperanza todavía. Avaaz.org es uno de ellos y han puesto su esperanza en Obama, empujados por los resultados de consultas en la región que señalan que la gente desea que el presidente americano ponga orden ofreciendo una propuesta de paz justa y presionando a ambas facciones para que la acepten. Por eso han realizado un anuncio televisivo que se emitirá en Estados unidos durante las próximas setenta y dos horas con la intención de saturar las señales de televisión. El objetivo es minimizar la influencia de los sectores extremistas de ambos países que pretenden mostrar un fingido interés por la paz mientras enredan el proceso en laberínticas negociaciones diseñadas para el fracaso.
Vuelvo a repetir que yo no albergo demasiadas esperanzas de que esto suceda, dados los últimos giros imprevistos que se están produciendo en la política de Obama con respecto a lo que prometió durante la campaña electoral. Pero que no quede por dejar de difundir una iniciativa en ese sentido en las páginas mi blog.
Hecho está.
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