“No hay una salida socialista a la crisis” ha dicho Mariano Rajoy.
Y tiene razón, porque la salida a la crisis no se encuentra en desiertos lejanos, sino en el mismo sitio en el que están quienes la han provocado. En esos mercados sin regulación alguna que ahora piden carne trabajadora para sobrevivir manteniendo su egoísta abundancia.
Si la falta de regulación ha provocado la crisis, está claro que hay que seguir regulando poco o nada. Es la receta neoliberal, más de lo mismo hasta que el hartazgo provoque la vomitera y la indignación propicias para el mantenimiento del sistema.
Porque una cosa es segura, el precio que van a tener que pagar quienes menos tienen va a ser muy alto. Pero los beneficios que algunos se van a endosar con una situación tan dramática y caótica no los conoceremos nunca. Y a mi me da que muchos ya han visto el chollo y no piensan desaprovechar la ocasión que se les ha presentado para aumentar aún más las cifras de sus cuentas corrientes en parajes exóticos.
Que la fuerza nos acompañe.
2 comentarios:
Estoy de acuerdo contigo: la riqueza necesita de la pobreza para afianzarse, la pobreza (de unos)se perpetúa por la riqueza (de los mismos). Por eso pienso que no hay nada más tonto que un pobre de derechas.
P. Vázquez: un pobre de derechas es lo más incongruente que puede haber en la vida.
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