“Yo no lo hubiera hecho” dijo José María Aznar cuando llegó al gobierno y le preguntaron por el AVE.
Javier Arenas, ese profeta donde los haya -en absoluta concordancia con su padre espiritual y político- le llamó “el rapidillo” –en ese tono insultante que tanto le caracteriza- y además prometió que nunca se subiría al AVE. Hoy casi que hay que bajarlo a empujones.
Hace tan sólo algo más de una semana Obama presentaba su plan para subvencionar trenes de alta velocidad, entre otras, con estas palabras:
“En España, el tren de alta velocidad entre Madrid y Sevilla tiene tanto éxito que mas gente viajan entre esas ciudades por tren que por la suma de los que van en coche y avión.”
Quizá sea por detalles como estos por lo que el Partido Popular jamás ha ganado unas elecciones autonómicas en Andalucía desde que la democracia existe.
Siempre es bueno tener memoria y no olvidar las cosas.
Gracias, Alfonso
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