El otro día di cuenta en este blog de la campaña orquestada por Amnistía Internacional, exigiendo al gobierno que no se recorten derechos de los inmigrantes en las modificaciones legislativas que se van a llevar a cabo en leyes que les afectan directamente.
Hoy me entero a través de Periodistas en guerra de la promoción del manifiesto “Salvemos la hospitalidad” por parte de ONG, asociaciones de inmigrantes, juristas, personas del mundo de la cultura, religiosos y expertos en materia de Inmigración para combatir a la nueva Ley de Extranjería, y en concreto a un artículo de la misma que considera falta grave acoger a un inmigrante en situación irregular.
Se trataría de sancionar con multas de entre 501 y 10.000 euros "a quien promueva la permanencia irregular en España de un extranjero. Se considera que se promueve la permanencia irregular cuando el extranjero dependa económicamente del infractor y se prolongue la estancia autorizada más allá del plazo legalmente previsto".
Esto, tal que así, me parece una auténtica barbaridad, ya que si no existe ánimo de lucro en dicho comportamiento, o cualquier otro indicio delictivo, es castigarte de una forma desmedida sólo por el hecho de ser buena gente.
Si quieres más información al respecto o sumarte al manifiesto, lo puedes hacer en dosorillas.org. Yo, por supuesto, ya lo he hecho.
2 comentarios:
Desconozco el contexto de la toma de la medida. Te voy a contar qué pasa en Argentina con la inmigración ilegal, que, por cierto hay mucha.
Si leyera esa nota en nuestra realidad podría decirte que la "buena gente" que recibe y fomenta a extranjeros ilegales son negreros y explotadores de talleres textiles que hacen trabajar por pagas casi inexistente a bolivianos, por ejemplo, los hacinan en piezas de subsuelo y muchos se mueren (esto es literal) sentados frente a máquinas de coser. O tal vez, pueden ser propietarios de empresas constructores que los hacen trabajar de sol a sol viviendo en casillas en condiciones infra humanas por nada.
Claro que desconozco su realidad.
Rosana: Aquí también se dan casos parecidos de vez en cuando, sobre todo con asiáticos.
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