Nacho de la Fuente, editor de La huella digital, es periodista por la Universidad de Navarra y trabaja en la actualidad en La Voz de Galicia. Éstas son las respuesta que ha dado a Jack Daniel’s Bog
¿Qué fue de la función de servicio público del periodismo?
Pues veo que lucha por permanecer, a pesar de los mezquinos intereses empresariales y políticos que tanto prostituyen a esta profesión. Sin caer en alarmismos, las empresas periodísticas tienen que recuperar esa función de servicio público a la sociedad en general y olvidarse del descarado servilismo hacia el poder establecido con el que tantos medios actúan a diario. Y de paso no estaría mal que las empresas informativas diesen ejemplo puertas adentro, con una coherente política de contratos y más respeto hacia los periodistas, el auténtico capital y motor de los medios de comunicación.
¿Es el llamado periodismo ciudadano un bulo para ahorrar costes?
No creo que exista realmente ese “periodismo ciudadano”. Considero que el término en sí es irreal. Lo que sí hay es una mayor horizontalidad en el intercambio informativo y ahora los ciudadanos se implican mucho más en la elaboración y conversación que rodea a las noticias. Muchas veces se confunde el llamado “periodismo ciudadano” con el testigo directo de una noticia, una figura informativa que siempre ha existido facilitando declaraciones, datos o material gráfico. La presencia de la Red en millones de hogares ha multiplicado esas colaboraciones, que las empresas reciben con los brazos abiertos pues ahorran costes y generan muchas visitas en las ediciones digitales.
¿Supone el periodismo ciudadano el mayor peligro de intrusismo laboral para los periodistas?
No, por la sencilla razón de que un ciudadano sin preparación ni experiencia en los medios nunca podrá competir realmente con los periodistas. Eso no quita que haya personas inexpertas que hagan excelentes piezas informativas, o que existan periodistas con 30 años de antigüedad y nulo olfato o chispa periodística. El Periodismo precisa de profesionales para seleccionar, interpretar y analizar lo mejor posible el día a día. Cuando no los tenga, se acabó el Periodismo. Será un simple intercambio de datos y opiniones sin orden ni concierto.
¿Cree necesaria una regulación, fuera de lo que marca la propia ética de la profesión?
La profesión ya cuenta con elementos suficientes de regulación. Por lo que hay que apostar es por una mayor autorregulación personal, un mayor respeto por la ética periodística y tener siempre en cuenta la inteligencia de las audiencias. No nos damos cuenta, pero la principal crisis del periodismo no sólo obedece a la caída de la publicidad o de la difusión. La auténtica crisis es la falta de credibilidad que arrastra por culpa de muchos pseudoperiodistas ciegos por el dinero rápido o la poltrona. Me refiero a esos tertulianos y tertulianas gritones e incultos que manchan a diario esta bella profesión de contar historias. Me refiero a los periodistas que braman siempre hacia el mismo lado dejando la objetividad siempre aparcada en doble fila.
¿Concibe los medios en manos de los ciudadanos?
Dejarlos sólo en manos de los ciudadanos sería el desastre, porque esa empresa iría a pique al poco tiempo. Otra cosa es que los medios deban someterse a una severa cura de humildad, bajar a la calle y abrirse con sinceridad a lo que piensan y desean los ciudadanos. Eso sí es factible y de hecho las redes sociales y los blogs, por ejemplo, ya dan pistas de que las nuevas generaciones quieren medios más abiertos y participativos.
¿Cuál cree que serán las características del medio del futuro?
Tiene que ser interactivo, participativo, multimedia y debe escuchar siempre a su audiencia para aprender de ella y, de paso, atraparla. Y para ahorrar costes, el medio del futuro debe apostar fuerte por la plantilla de redacción, aligerando los departamentos administrativos y de dirección. No olvidemos que durante los puentes o los fines de semana los directivos no circulan por las redacciones y no pasa absolutamente nada. El gran error debido a la crisis actual es que se están yendo a la calle miles de periodistas y permanecen en las estructuras empresariales una gran cantidad de directivos ineficaces a la hora de sacar el producto informativo. Un exceso de coordinadores dando órdenes a pocos y desmotivados remeros es el principio del fin.
¿Son la colaboración y la complementariedad las claves de las noticias del futuro?
Por supuesto. Un medio cuanto más abierto y más contraste sus informaciones, cuanto más apueste por la pluralidad informativa y de opinión, será más apreciado por las audiencias. No es una utopía. En el ciberespacio ya hay pequeños sitios que tienen más visitas que muchos periódicos digitales gracias a su ausencia de prejuicios, gracias a su política de brazos abiertos.
¿La noticia, como hoy la conocemos, tiene futuro?
Claro que tiene futuro, pero debemos adaptarla a las circunstancias de cada medio. Empezando por un mayor análisis en el papel y una mayor instantaneidad en los digitales, que de una vez por todas deben desprenderse de ese infantil pánico al hipervínculo. Mi experiencia en la blogosfera se resume en que las cosas empiezan a funcionar cuando ofreces un producto con una mínima calidad y cuando apuestas por enlazar, enlazar y enlazar.
¿Se puede afirmar, como hacen algunos, que la información es ahora de todos?
Creo que la información siempre ha sido de todos. La diferencia es que ahora el discurso informativo no es unilateral (de los grandes medios hacia los ciudadanos) sino multilateral, con doble carril de ida y vuelta y en donde la opinión pública ya ejerce como tal. Como debe ser.
¿Qué es lo que nunca le enseñaron en la facultad de comunicación y debieron haberlo hecho?
Que eso de la libertad de expresión es una falacia monumental. Lo que hay es libertad de expulsión o de exclusión. Y, por experiencia, duele mucho sufrirla.
2 comentarios:
Creo que ha quedado bien la entrevista. Muchas gracias por abrir tu blog a mis opiniones. Un abrazo.
Gracias Nacho, tus opiniones en este blog siempre serán objeto de culto.
Un abrazo.
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