Hoy he descubierto una nueva moda en ese deporte tan en boga en Sevilla del vandalismo contra las bicicletas públicas. Se trata de arrancar los mangos del manillar a las bicicletas, pero además los cortan con precisión de cirujano experto, supongo que porque le habrán encontrado alguna otra utilidad.
Como viene denunciando de manera extraordinaria en su blog Carrilesbici, al que conoceréis por algunos comentarios en Jack Daniel’s Blog, es ya bastante preocupante cierta insistencia por parte de determinados grupos en joder lo que tanto trabajo ha costado conseguir. Algo de lo que en su día se quejó, y creo que con razón, el concejal de Izquierda Unida, Rodrigo Torrijos y que está haciendo plantearse a la empresa adjudicataria la instalación de cámaras de vigilancia.
El servicio de bicicletas públicas cuenta ya con más de 70.000 usuarios y se ha consolidado como un servicio de transporte alternativo y sostenible que inunda de alegría las calles de la ciudad. Sevilla está hecha para los desplazamientos en bicicleta y sus habitantes lo sabemos mejor que nadie.
Contribuir a hacer una ciudad más habitable y menos agresiva para con sus ciudadanos parece ser que no interesa a determinados sectores de la ciudad. Me extraña que el Ayuntamiento de Sevilla, tan contundente en otros asuntos, no ponga fin al desmán bárbaro contra sus bicicletas públicas, uno de los proyectos estrellas de la coalición de izquierdas.
Al alguien le jode en demasía que algo funcione bien en Sevilla, como si les fuera algo en ello, algo que en mi opinión se escapa del vandalismo bárbaro e ignorante al que estamos acostumbrados. Más bien parece un ataque sistemático y constante, planificado y ejecutado con la eficacia de un militar de rango. Y se ve que les importa un bledo el resto de la ciudadanía.
Os dejo, de nuevo por gentileza de Carrilesbici, un vídeo sobre los hechos que habla por sí sólo y que pone a las claras que estos hechos son del todo inaceptables.
4 comentarios:
Detrás de todo vandalismo esta la sociedad en su conjunto, intolerante, violenta, falta de valores. Tantas desigualdades sociales, económicas y culturales nos llevan irremisiblemente a la falta de respeto sobre lo ajeno, esto no es nuevo, el mal nace en el mismo momento del parto y se desarrolla en cada cumpleaños sin que a la fecha se haya hecho lo suficiente para atajarlo. Mientras existan guerras, hambre, miserias y tantas diferencias impuestas por los poderes no podemos extrañarnos de la existencia de tanta violencia en contra de lo débil y de lo ajeno ya sean objetos o personas. Decía Mahatma Gandhi, “lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena”. Salud Grego.
Gracias, Enrique: ni añado ni quito nada a lo que has escrito. Así es la rosa.
Toda actuación violenta contra el parque público es un ataque a lo que todos los ciudadanos hemos pagado.
Es inaceptable este tipo de comportamientos.
Félix: completamente de acuerdo, es necesario que se actúe ya contra esta situación y que se obtengan resultados.
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