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10 julio 2008

Trabajo y consumo, la paradoja letal del capitalismo

“Lo paradójico, al menos a primera vista, es que se tolere ampliar la jornada laboral, cuando el pleno empleo ha desaparecido de un horizonte creíble y la preocupación principal se centra en cómo repartir el trabajo y luego la renta nacional para que lo producido por una minoría esté también al alcance de los que se han quedado sin empleo. De lo contrario, el capitalismo se desmoronaría en una enorme crisis de superproducción. En el capitalismo tecnológicamente desarrollado la persona pierde relevancia como trabajador, pero la mantiene, e incluso la aumenta, como consumidor. El capitalismo podría tal vez subsistir sin trabajo asalariado, pero en ningún caso sin consumidores de lo que produce”

Ignacio Sotelo en su artículo “La nueva semana laboral europea”, publicado en El País en relación con la propuesta aprobada por la Comisión Europea de aumentar la jornada semanal a 65 horas.

Esta paradoja del capitalismo neocon es como la pescadilla que se muerde la cola: no servimos para producir, la tecnología nos suplanta a pasos agigantados y nos convierte en parados potenciales, pero somos esenciales para el consumo, la piedra angular del sistema capitalista.

¿Y los ingresos necesarios para poder seguir consumiendo? Ah, por eso no se preocupen, que para algo está la banca.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que se cuece en esas cocinas huele muy extraño......prefiero que no me sirvan plato!

Besos y gracias por preocuparte en informarnos de todo

Noimporta dijo...

Si, pero mira también lo que pasa cuando la banca corta el grifo...

Un saludo!