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06 mayo 2008

Los ciclistas neoyorquinos se echan a las calles para defender sus carriles bici

Nueva York es una de las ciudades con más carriles bici, sin embargo estas vías exclusivas para uso de vehículos a pedales se convierten a diario en campos de batalla entre ciclistas y conductores. Cuenta con unas 300 millas de carriles bici y se está estudiando ampliarla aún más.

Desde que en 1894 la ciudad pusiese en marcha la primera ruta para bicicletas en Ocean Parkway (Brooklyn), la red de carriles bici de Nueva York no ha hecho más que crecer, sin embargo los ciclistas están hartos de que los conductores no respeten su trazado y se han movilizado por toda la ciudad para defender su uso.

La invasión del carril de las dos ruedas para aparcar, como zona de carga y descarga y para recoger o dejar viajeros está multada por la reglamentación municipal con 115 dólares, sin embargo esto no impide que se vulnere indiscriminadamente. Ante tal situación, los ciclistas han recurrido a otra ilegalidad para combatirla.

Hombres y mujeres se han echado a las calles para disuadir a los conductores a base de inventiva de las incursiones en el carril bici. Han elaborado plantillas de cartón con diferentes motivos que son pintadas mediante pinturas de aerosol en blanco a lo largo y ancho de los carriles bici. Desde la típica imagen de “automóviles no”, consistente en un vehículo dentro de un círculo cruzado con una línea diagonal, hasta la más romántica “I love carril bici”, donde la palabra amor es representada por un enorme corazón.

Aunque pintar en las calles es ilegal, ellos consideran necesario concienciar a los conductores de la necesidad de respetar los carriles bici, ya que la mayoría de ellos están separados de los de los coches sólo por una franja de pintura blanca, sin ninguna limitación física de por medio.

Algunos de los carriles fueron pintados en su día de verde para hacerlos más visibles. Pero esto no ha conseguido que los conductores de los demás vehículos respeten su uso exclusivo. Ahora se debate en la ciudad la posibilidad de crear una barrera entre bicicletas y automóviles, pero mientras se decide o no su instalación, los ciclistas neoyorquinos no están dispuestos a consentir la práctica inutilización de su carril.

Incluso se ha creado una página en Internet, mybikelane New York, donde los usuarios pueden subir fotografías de los vehículos de motor que invaden ilegalmente el carril para bicicletas. La batalla será larga y difícil, pero los ciclistas están decididos a plantearla con dureza en una ciudad donde la tradición de la bicicleta como medio de transporte es casi como un emblema.

Vía The New York Times

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