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14 abril 2008

Los profesionales del sexo de Calcuta se hacen banqueros

Calcuta alberga el segundo mayor barrio chino de la India y se ha convertido en la única ciudad del mundo donde los trabajadores del sexo ejercen de banqueros. El banco en cuestión, gestionado en forma de cooperativa, presenta un volumen de negocio que ronda los 2,5 millones de dólares y se encuentra en una fase de expansión hacia otras partes del estado.
Desde que se formó el Durbar Mahila Samannay Committee (Comité de Coordinación de la Mujer) para favorecer la lucha contra la exclusión social y la estigmatización del colectivo de los trabajadores del sexo, la vida de estos profesionales ha dado un vuelco espectacular.
Ya no se limitan a la lucha por el pleno reconocimiento legal de la prostitución como una profesión y a exigir su despenalización, sino que procuran implicar a los trabajadores del sexo en un proyecto de desarrollo que no tiene por objeto la reforma o la rehabilitación, sino la lucha contra la exclusión social y la extorsión y la defensa de sus derechos como trabajadores y ciudadanos.
En la actualidad gestionan 49 clínicas para enfermedades de transmisión sexual en el área de Sonagachi y están trabajando con ahínco para la erradicación del SIDA. Han formado su propio banco, la Usha Multipurpose Cooperative Society, dirigido por ellos mismos y con un volumen de negocio de 2,5 millones de dólares anuales, con la finalidad de incrementar su seguridad económica.
Los ahorros les permiten, por ejemplo, rechazar aquellos clientes que se niegan sistemáticamente a utilizar el preservativo y, además, recibir un número de clientes menor cada día, con el objeto de elevar su calidad de vida. También la creación de guarderías infantiles para los hijos de los trabajadores gestionadas por ellos mismos.
Ahora trabajan en proyectos como la construcción de una gasolinera y la gestión de servicios médicos y de belleza centralizados para los miembros del colectivo. El caso es proporcionar un recurso financiero al que poder recurrir en momentos de crisis y reducir al mínimo su desesperación económica. También se enmarca dentro de su política la erradicación de la pobreza en el seno del colectivo y la lucha contra las condiciones de trabajo desfavorables y contra el acoso y la coerción de la policía y los matones locales.
Uno de sus principales objetivos a corto plazo es la formación de un organismo de autorregulación, constituido únicamente por profesionales del sexo, que garantizaría unas directrices mínimas para regir el sector e impediría la entrada por la fuerza en la profesión de mujeres que no lo desean y de menores de edad.
Aunque dicen que es la profesión más antigua del mundo, lo cierto es que siempre ha estado en la cara oscura de la realidad y rara vez los intentos de cambiar esta situación han dado los frutos esperados. En este caso, parece que la cosa va en serio, y lo que es más importante, con la participación directa de los afectados.
Puedes leer el artículo completo pinchando aquí (en inglés).

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