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24 febrero 2008

No te lleves la vida interior al trabajo

Cada mañana cruzamos el umbral del tajo, adormecidos todavía por los últimos coletazos del sueño, y nos percatamos que se nos olvidó dejar el corazón y la cabeza en casa. Una vez más nos veremos expuestos a que las percepciones, emociones y motivaciones durante la jornada influyan en nuestra vida interior, en su intensidad y riqueza. Nuestros jefes sólo se percatarán del aspecto final de este proceso: el rendimiento, que se verá afectado sensiblemente.

Esto es al menos lo que se deduce del estudio sobre la incidencia de la vida interior del trabajador en su rendimiento diario. Dirigido por Teresa Armabile, profesora de la Harvard Business School y el consultor independiente Steven Kramer, y publicado por la Rotman Magazine, ha consistido en realizar una investigación entre 238 profesionales que formaban 26 grupos de trabajo. Cada individuo tenía que completar un diario durante todo el proceso y en total se recogieron 12.000 entradas y testimonios individuales.

El estudio de la profesora Armabile determina que la gente trabaja mejor cuando su jornada laboral es rica en emociones positivas, tienen percepciones favorables respecto a su trabajo y la motivación adecuada. Todos los elementos de los que depende el comportamiento en trabajo, creatividad, productividad, compromiso y camaradería se potencian con las emociones positivas y toman la pendiente opuesta cuando lo que reciben son emociones negativas, siendo los eventos causados por los jefes, los interpersonales, los de mayor peso.

Según sus conclusiones, la motivación está íntimamente relacionada con las percepciones que se tienen respecto a un hecho concreto. Las dinámicas de la vida interior pueden tener un importante efecto sobre el comportamiento de cada persona.

En la actualidad, los directivos adoptan posturas algo enfrentadas entre quienes defienden que los trabajadores rinden mejor cuando están felices o quienes argumentan que lo hacen mejor sometidos a presión. Es obvio decir que, quienes adoptan esta segunda postura, lo hacen, entre otras cosas, porque quienes aprietan el pistón son ellos.

Sería muy saludable, y hasta recomendable, que tomaran estas investigaciones en cuenta para mayor gloria de la empresa moderna, aunque me temo que, desgraciadamente, tardará un tiempo en suceder.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hi, look here

Marta dijo...

Jolin con el Jack Daniel's, vaya lucidez mental.A partir de hoy creo que yo tambien voy a mirar el culo de la botella, a ver si se me pega ese algo especial que tienen tus escritos.
Un beso. paradaifonda-martona.blogspot.com.