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21 enero 2008

El tiralíneas



Mi compañero Willy se ha jubilado hoy, después de permanecer en la empresa durante más de cuatro décadas y tras haber alcanzado la frontera de los 61 años en condiciones de poder contarlo.

Willy es delineante a la vieja usanza, un virtuoso del compás, el tiralíneas, la escuadra y el cartabón, una profesión hoy casi en desuso, que en su tiempo fue estrella y garantizaba un futuro brillante y halagador a sus practicantes.

Durante todos estos años, mi amigo ha sufrido el atropello inevitable de la tecnología y lo que comenzó siendo una carrera prometedora ha concluido en una sucesión monótona del mismo día hasta alcanzar la meta consoladora de la jubilación anticipada. Al final ha terminado sus días en activo casi sin hacer otra cosa que leer la prensa, inmovilizado ante una pantalla y un teclado que no comprende, enfadado y a regañadientes con un ratón que le es esquivo y que jamás consiguió doblegar.

Willy se marcha casi ahogado en un pozo de tristeza, con la sensación amarga de que, quizás, su periplo laboral no ha sido más que una pérdida absurda de tiempo durante la que han sucumbido sin remedio una larga lista de ilusiones y sueños que, con la acción corrosiva de los días, acabaron por convertirse en una ristra interminable de decepciones y desencantos.

Los directivos de la empresa no dejaron de recriminarle nunca su falta de adaptación a los nuevos tiempos, su desinterés en implicarse en la era floreciente de los bits y las tecnologías digitales, pero él siempre aducía que no entendía un dibujo sino era realizado por el pulso inamovible de una mano humana, a pesar de que le perjudicaba considerablemente la postura y podía jugar en su contra. Y así ocurrió.

Hoy, mientras se despedía de quienes hemos sido sus compañeros durante años, Willy me abrazó como si fuese la última vez y, al escabullirse para siempre escaleras abajo, descubrí que estaba impregnado con la tinta fresca de su corazón.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me pregunto que sentirá la persona a la que abraze el último día de mi último trabajo.
Quizás un frio y oscuro corazón de silicio cristalizado.


Saludos.

Anónimo dijo...

HOLA,me ha gustado muuucho el articulode hoy .

!! LEGALIZACION DE LA MARIHUANA YA !!

Anónimo dijo...

Q tienno!Muy lindo, Jack!

J: No creo que seas tan duro...

Un besote de tierras frías...

Anónimo dijo...

Cierto moro,

Aproximadamente un nivel 7 en la escala de Mohs.


Un saludo.

Anónimo dijo...

Hacía mucho que no registraba tu blog en busca de extraños personajes, me alegra encontrarles como a este tiralíneas.
Si te le cruzas alguna tarde de dominga mientras el pasea y tu deambulas, dile que no es ningún inútil, todo lo contrario, el mas ingenioso de todos que se vale de si mismo y no de máquinas.
En mi escuela nos enseñan la finalidad del dibujo a mano alzada, la calidad inigualable de un delineado a tinta, cosa que también compatibilizamos con autocad.
Me trae recuerdos de mis noches en vela ese compas

Besitos y saludos veinteañeros^^