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27 diciembre 2007

Los efectos de Casas Viejas


El hecho de que varias decenas de soñadores del colectivo ocupa, desalojado hace días de las naves de Casas Viejas, se manifiesten ataviados con mantas de indigentes ante la Delegación de Bienestar Social, exigiendo una solución para los sin techo que allí se alojaban, puede parecer algo pintoresco, una protesta destinada a captar la atención de los medios durante un efímero instante y fenecer después en la lenta agonía del olvido.

Sin embargo, cuando es la convicción en la razón y la justicia de las reivindicaciones la que mueve tus actos, puede ser que alguna sensibilidad se conmueva y, con suerte, se consiga algo, por insuficiente que pueda parecer.

Los ocupas solicitaron mediante un escrito la creación de un “centro de baja exigencia” para los sin techo que utilizaban las naves adjuntas al Centro Social Okupado y Autogestionado Casas Viejas para alojarse y que, como consecuencia del desalojo, se vieron de nuevo abocados a las calles.

Hoy los medios de comunicación nos sorprenden con la noticia de que Bienestar Social ha dispuesto 200 camas para los indigentes en la Sala Guadalquivir, en los bajos de Marqués de Contadero, que estarán disponibles hasta el 15 de enero próximo.

Es obvio que no se trata de una solución definitiva, pero al menos permitirá que puedan pasar la época de más frío en unas condiciones medianamente aceptables, hasta que en el próximo abril entre en funcionamiento un centro de estas características de forma permanente. Sobre todo en la ciudad en la que más suben los precios de las viviendas de la comunidad y donde el metro cuadrado de los pisos de segunda mano alcanza ya los 3.140 euros.

Esto demuestra que no toda lucha está abocada al fracaso de antemano, lo que siempre será para mí un motivo inmenso de alegría.

Más en ABC.es y DiariodeSevilla.es

3 comentarios:

Anónimo dijo...

es cierto....de vez en cuando algún resorte se mueve por alguna extraña causa...pero eso hace avanzar aunque sean pasos cortos.
otra buena noticia..no está mal!
El grupo Gepec (con el que colaboro algunas veces) tambien ha conseguido salvar 3.000 árboles de la especulación de tierras en un pequeño pueblecito en las montañas, la causa: una aligua cuabarrada en vías de extinción nos permitió impedir la tala, a veces son pequeños milagros que no sabes a quien agradecer...pero existen

Laura Escuela dijo...

me gustaría leer el texto de kala editorial, pero no se qué número de expediente tienes ni cómo es tu nombre en lo de los escritores seriales. Qué tengo que hacer?

Laura Escuela dijo...

mi correo es lauritanuya@hotmail.com, por si quisieras contestarme allá, o lo que sea.
besos