Alrededor
de doscientas personas, ataviadas casi todas con la camiseta amarilla que
simboliza la lucha de los monitores escolares y de educación especial de la
Junta, se han concentrado hoy a las seis de la tarde en la puerta del
Parlamento de Andalucía.
Mientras
el sol dibujaba la silueta del Hospital de las Cinco Llagas sobre el asfalto caliente
de la calle San Juan de Ribera, la policía encargada de la custodia de la sede
parlamentaria se ha visto forzada a pedir refuerzos ante la aglomeración de
personas en el acerado. Tres furgones de la policía nacional se han encargado
de delimitar con vallas el espacio ocupado por los manifestantes y de habilitar
un paso también vallado para que los transeúntes no tuviesen dificultades con
el tráfico rodado.
Estaban
allí para denunciar la pésima gestión del Gobierno andaluz, que viene
decantándose por la privatización de unos servicios destinados a ser públicos. Al
poco tiempo de iniciarse la protesta, varios representantes de ambas
Plataformas han accedido al interior del recinto para hacer entrega de un
escrito.
El plan de choque de la Consejería de
Educación
Gerardo
Padilla, del CSIF, aclara
que “estamos aquí para apoyar a los monitores escolares insertos en el Plan de
Choque de la Consejería de Educación, porque a partir de septiembre u octubre
estas personas van a ser cesadas”. Según explica, “la Consejería hizo una
oferta genérica al Servicio Andaluz de Empleo y los contrató con una serie de
requisitos de igualdad, capacidad, mérito, publicidad y libre concurrencia y se
pactó en la subcomisión de convenio un año de contrato que ya no va a ser tal
año”.
“Un
plan de choque —recalca— significa que debería estar en vigor hasta que las
plazas vayan a la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), lo que pasa es que los
monitores ya tienen noticias de que van a ser cesados a partir de septiembre u
octubre y ellos se deberían mantener en sus puestos de trabajo hasta que esas
plazas se inserten verdaderamente”.
Mari
Paz Vargas, de CCOO,
añade que el origen del conflicto es que “la Junta de Andalucía tiene la
mayoría de los puestos de monitores externalizados, en manos de Infraestructuras
y Servicios Educativos (ISE), y éste lo que hace es que se va a una empresa
de trabajo temporal y contrata a los monitores sin ninguna garantía”. Esto
supone que haya personas “que ni siquiera tienen la titulación requerida para
trabajar con niños y con menores”.
En
relación al plan de choque afirma que “nosotros llegamos a un acuerdo con la
administración. Entonces terminaron los contratos de los monitores escolares
que estaban por una ETT y se hicieron unas contrataciones para el tiempo que
durase este curso escolar”. El por qué de dicha fórmula era que “esas plazas se
iban a crear dentro de la Junta de Andalucía en la RPT y se ofertarían como
vacantes a todo el mundo que cumpliera los requisitos y quisiera participar en
el proceso de selección” y “había que dar tiempo al proceso administrativo
necesario para su creación”.
En
su opinión, la Junta “ha incumplido una vez más los compromisos adquiridos,
porque la idea era que en septiembre se iniciaría el proceso de selección de
una oferta de empleo público”. Sin embargo, ahora “el plan de choque se termina
y nos tememos mucho que lo que pretenden es volver a externalizarlas”. Destaca
además que “entre todos los colectivos de monitores puede haber afectadas unas
8.000 personas que están ahora mismo trabajando en la administración sin
pertenecer a ella y que lo hacen con menores, que no son papeles ni datos que
estás grabando en un ordenador”.
“El
colectivo de monitores del plan de choque de la Junta, unas 840 personas, pasó
una selección y la Junta adquirió unos compromisos de hacerles unos contratos
anuales a media jornada”, afirma Luis Salmerón, de CGT-Huelva. Denuncia que ha habido un
incumplimiento, “porque se les ha hecho un contrato de siete meses y una
jornada laboral de ocho horas semanales en la mayoría de los casos, aunque hay
casos excepcionales de 12 horas”. Además recalca que tienen un contrato por
obras y servicios, “lo que quiere decir que deberían continuar mientras que
esas vacantes estén ahí”.
Salmerón
afirma que la demanda existe y esos puestos están ahí para ser cubiertos,
“porque cada centro necesita a estos trabajadores durante todo el curso
escolar, que sí cumplen los requisitos que recoge el convenio colectivo del
personal laboral, entre ellos la titulación, porque son todos Técnicos
Superiores en Administración y Finanzas”.
En
su opinión, la Junta “tiene un compromiso con los trabajadores que despidió y
quiere apañarlo de tal manera de que los que estaban antes contratados puedan
acceder a estas plazas mediante una ≪credita≫, que es un reconocimiento de la
categoría profesional”. “Eso entendemos que no puede ser porque no cumplen los
requisitos exigidos”, concluye.
“Aquí hay un gran batiburrillo, desde
la terminología que se emplea para nombrar a cada uno de los colectivos, que se
hace casi siempre de manera errónea, hasta todas las soluciones entre comillas
que la Junta está ofreciendo”, explica encarnación González, de USTEA-Málaga.
“En
principio el compromiso era de un año prorrogable —añade—, porque normalmente
en los planes de choque se siguen ocupando los puestos por la misma gente en
tanto esas plazas no reviertan a la RPT, y sin embargo por malas gestiones de
otros grupos sindicales y de la propia Junta su contrato de un año se ha visto
convertido en uno de siete, seis e incluso alguno de cinco meses”.
González
teme que esas plazas “se puedan convertir en una puerta falsa de entrada a la
administración pública y defiende que existen “otras formas de acceso y otros
grupos a los que se puede acceder dentro del personal laboral que no tienen
unos requisitos tan estrictos como este Grupo 3. Si la Junta quiere hay cabida
para todos y es como se debe hacer”.
La posición de la Junta
“Ahora
mismo no hay ningún proceso de negociación abierto con la Junta. Ellos lo que
nos dicen es que este plan de choque ha sido diseñado para siete meses nada
más, cosa que es mentira, puesto que era para un año”, cuenta Padilla. Se queja
de que no han presentado ninguna alternativa, “con lo que en septiembre los
colegios de educación infantil y primaria van a estar muy mermados en este
personal, porque ellos tienen tareas administrativas, extra lectivas y
deportivas y ayuda a la biblioteca”.
Para
Vargas, sin embargo, “la Consejería
tiene ahora mismo un grave problema; las personas despedidas que antes ocupaban
estos puestos fueron a los tribunales y las sentencias las están ganando por
cesión ilegal de trabajadores”. Ahora la Junta está obligada a readmitirlos, “pero
con el grave problema de presupuesto que tiene, no se sabe en las condiciones
en las que lo va a hacer y nos tememos que cuando entren los del plan de choque
se van a ir fuera, porque la dos plantillas no las puede mantener”.
“La
Junta está ofreciendo al personal administrativo de apoyo externo que subcontrató
todas las posibilidades que tiene en su mano, tanto de formación, como
inclinarse por la readmisión de los mismos en vez de indemnizarlos, y eso va en
detrimento del personal público y de las plazas públicas”, defiende González.
Para
Salmerón lo que está haciendo la Junta es “dándoles pares y nones a todos” y,
en relación a las sentencias de los tribunales, defiende que “si la Junta no
los indemniza, que los vuelva a contratar en su categoría profesional y el que
tenga el título que acceda”. “En ese sentido también los apoyamos a ellos”,
finaliza.
Lo que deben de hacer es ser claros. No engañar. Si se han contratado por un año que cumplan. Que tengan las ideas claras y si estos monitores han sido seleccionados porque tienen la titulación académica requerida han de continuar hasta febrero.
ResponderEliminar