Frank
Walls, estadounidense de 46 años, lleva 25 condenado a muerte en Florida y ha
agotado sus vías ordinarias de apelación en los tribunales. Ha pedido la
conmutación de su condena de muerte por otra de cadena perpetua sin posibilidad
de libertad condicional. Si se le deniega el indulto, el gobernador firmará la
orden de ejecución.
Cuando el
14 de junio de 2013, el gobernador de Florida, Rick Scott, firmó la entrada en
vigor de la "Ley de Justicia Oportuna" —destinada en parte a acelerar
las ejecuciones— su promotor, Matt Gaetz, de la Cámara de Representantes de
Florida, le transmitió su agradecimiento través de Twitter. A continuación le
dijo: "varios internos del corredor
de la muerte tendrán que empezar a elegir su última comida". Gaetz ya señaló
públicamente el caso de Fank Walls cuando presentó su proyecto de ley y afirmó
que "si la Ley de Justicia Oportuna
entra en vigor, el Sr. Walls va a tener que empezar a pensar en cuál va a ser
su última comida".
Walls fue
declarado culpable en julio de 1988 de los asesinatos de Edward Alger y Ann
Peterson, muertos a tiros en la casa del primero en el norte de Florida el 22
de julio de 1987. Tres años después, la Corte Suprema de Florida ordenó que se
celebrara un nuevo juicio porque consideró que en la obtención de pruebas de
cargo se había incurrido en conducta oficial indebida.
En el
nuevo juicio, que se celebró en 1992, el jurado emitió de nuevo un veredicto
condenatorio y recomendó que se dictara la pena de muerte por el asesinato de
Ann Peterson (Wells fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de Edward
Alger). El juez determinó que existían una serie de factores atenuantes. Destacó
el hecho de que Frank Walls había confesado voluntariamente el delito, había
cooperado con la policía y sufría daño y disfunción cerebrales. También que
tenía 19 años en el momento del delito y funcionaba al nivel de un niño de 12
años a causa de su limitado desarrollo emocional y mental. Pese a ello, el juez
aceptó la recomendación del jurado y dictó una condena de muerte.
Según expertos en medicina, Frank Walls sufrió daño cerebral durante su difícil parto en Alemania, donde su padre estaba destinado como parte de la Fuerza Aérea estadounidense. En su primera infancia, le diagnosticaron hiperactividad, y le prescribieron Ritalin para tratarla. A los 12 años contrajo meningoencefalitis vírica, una inflamación del cerebro que puede dar lugar a problemas psiquiátricos y de desarrollo.
Cuando
tenía 13 años lo incluyeron en el programa para discapacitados emocionales de
su centro escolar. Una evaluación neuropsicológica que le realizaron a los 16
años concluyó que sufría disfunción cerebral orgánica, tendencia a la
"psicosis" y las "alucinaciones", "cambios erráticos
de humor que luego no recuerda", tendencias paranoides y un control
deficiente de los impulsos.
En 1985,
un psiquiatra infantil le diagnosticó disfunción cerebral orgánica y trastorno
bipolar, una grave enfermedad mental. En 2002, un psiquiatra que revisó su caso
concluyó que "debido a una combinación de disfunción cerebral y tendencias
maníacas causada en parte por una meningoencefalitis vírica sufrida a los 12
años, Frank Walls estaba muy expuesto a cometer actos violentos, ya que cada
vez era más incapaz de manejar las responsabilidades y exigencias de los
adultos".
Además de la información sobre su discapacidad intelectual, a las autoridades responsables del indulto se les han presentado pruebas de su aceptación de la culpa y de sus remordimientos por los delitos, así como de su desarrollo personal en el "corredor de la muerte". Lo han testimoniado diversas personas —monjas, un capellán, ciudadanos corrientes y uno de los detectives que investigaron originalmente su caso— que han estado en contacto con él en el "corredor de la muerte".
Un último recurso...de caridad!
ResponderEliminarSi quieren ayudar a Frank háganse socios de Amnistía Internacional. A través de esta ONG podrán enviar llamamientos a las autoridades para pedir que se le conceda el indulto. Frank era solo un chico de 19 años con importantes trastornos mentales en el momento del delito!!!
ResponderEliminarAsociándose a esta ONG podrán también denunciar e intentar detener, ejerciendo presión entre todos, agresiones contra los derechos humanos que se están produciendo en nuestra sociedad. Entre todos podemos hacer un mundo mejor!