El
Alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, reunió ayer a su séquito y a los medios
de comunicación de la ciudad en el Salón Colón del Ayuntamiento para presentar
el balance de sus dos primeros años de Gobierno. La cita fue a las cinco de la
tarde, hora torera donde las haya, y las únicas ausencias fueron las de los
delegados de Empleo, Gregorio Serrano, y de Hacienda, Asunción Fley, que se
encontraban “en FIBES trabajando”, en palabras del propio regidor. Incluso los
gerentes de las empresas municipales estaban presentes.
Zoido,
al contrario que Rajoy, se puso delante del plasma —tenía dos monitores a sus
espaldas— y se comprometió a responder a todas las preguntas que le hicieran
los periodistas. Los preludios de su intervención giraron en torno al ya manido
tema de la “desastrosa herencia recibida” del equipo de Gobierno anterior —al
que hizo constantes alusiones y acusaciones veladas— intercalados con ataques a
la Junta de Andalucía, a la que acusa de obstruir su labor y de no permitirle
generar empleo. Fueron tan repetidos que se hizo difícil distinguir si el que
hablaba era el alcalde o el presidente regional del PP.
Con
numerosas referencias a la política de austeridad impuesta desde su llegada al
gobierno de la ciudad y a la obsesión por el saneamiento de las cuentas
públicas que le permitiera “ahorrar dinero para revertirlo en los sevillanos”,
afirmó haber conseguido que “hoy la marca Sevilla es mucho más potente y los
emprendedores han recuperado la confianza”.
Aunque reconoció que “aún son muchas las cosas
pendientes de resolver”, pero que con sensatez y “actuando dentro de la más
estricta legalidad para crear la seguridad jurídica necesaria para que ningún
proyecto tenga que suspenderse”, hay razones para ser optimistas de cara al
futuro. Sin embargo, como Rajoy hace pocos días, pidió paciencia para los
sevillanos. El guión parecía calcado para la ocasión.
1 comentario:
Ante tanto Recorte...No puede decir otra cosa !
Saludos
Mark de Zabaleta
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