“Lo grave del escándalo de los ERES no es sólo el
clientelismo, el tráfico de influencias, los excesos cometidos por sus
principales protagonistas o el desprecio a la ley y al sentido común que
demuestran muchos de los que la juez Alaya está enviando –con indicios
verosímiles– a la cárcel. Lo trascendente es cómo, con todos estos ingredientes
en el guiso del desconcierto, la ceremonia de la inmoralidad ha llegado a
convertirse en un mecanismo casi perfecto, un sistema –depurado, incluso– que
se nutre de la desgracia ajena para generar un inmenso negocio”
“El negocio de
la desgracia”, por Carlos Mármol.
1 comentario:
La historia siempre se repite...y los abusos !
Mark de Zabaleta
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