“Lo que sí es trascendente –para los ciudadanos– es el
efecto que va a tener la aplicación de la doctrina del equilibrio
presupuestario en la estructura municipal de los servicios públicos. La nueva
norma establecerá un coste estándar para la prestación de todas estas funciones
–las esenciales en una ciudad– y si las actuales empresas municipales no son
capaces de cumplirlo serán disueltas en un periodo que, según el borrador, es
de un par de años. Ahora en Sevilla no hay una sola sociedad municipal con
beneficios estables. Sus costes son demasiado altos, entre otras cosas porque
durante décadas han sido el refugio habitual de los colocados de los partidos
–de cualquier índole política–. Al igual que los empresarios transmiten a sus
hijos las acciones de las compañías familiares, los sindicatos han creado su
propio linaje con cargo al presupuesto público. Los números no van a salir de
ninguna de las maneras, así que el sendero es muy simple: reducción de
plantillas, privatización o extinción. No hay más”.
22 febrero 2013
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