Dos reclusos, que fueron declarados
culpables de asesinato y condenados a morir en la horca en enero y junio de
1996, respectivamente, y que están desde entonces en el corredor de la muerte
de la prisión de Oko, en la ciudad de Benin, en Nigeria corren peligro de ser
ejecutados.
En virtud de las leyes penales de
Nigeria, la pena de muerte es preceptiva para el delito de asesinato. Según el
fiscal general y director general de Justicia del estado de Edo, Osagie
Obayuwana, hubo varios reclusos condenados a muerte implicados en un reciente
intento de fuga en la prisión de Oko lo que dio lugar a la decisión del
gobernador de firmar las dos órdenes de ejecución a principios de octubre
pasado.
Las autoridades penitenciarias
informaron al gobernador del estado de Edo que los condenados a muerte de la
prisión de la ciudad de Benín estaban "siendo ingobernables" y
actualmente hay actuaciones judiciales en tramitación para aplazar las
ejecuciones de ambos reos, cuya identidad no puede revelarse aún porque no se
ha informado oficialmente a sus familias de su ejecución inminente.
En marzo de 2010, la ONG nigeriana Proyecto de Defensa y Asistencia Jurídica (LEDAP) de Lagos presentó una demanda en nombre de los entonces 826 presos condenados a muerte, incluidos los dos cuyas órdenes de ejecución se acaban de firmar. El Tribunal Superior Federal había impuesto inicialmente una medida cautelar contra su ejecución que posteriormente fue levantada.
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