Adem Özköse y Hamit Coºkun, periodistas turcos detenidos en Siria, han regresado a su país el pasado 13 de mayo tras dos meses de detención.
Adem Özköse, de 34 años de edad, y Hamit Coºkun, de 21, entraron en Siria por la frontera turca el 5 de marzo de 2012. El 10 de marzo fue la última vez que contactaron con sus colegas desde la localidad septentrional de Idlib.
Ambos reporteros han confirmado a Amnistía Internacional que fueron capturados por miembros de la Shabiha –bandas armadas que apoyan a las autoridades sirias-. Que los mantuvieron cautivos en distintas casas hasta el 17 de marzo. Durante ese tiempo, los amenazaron reiteradamente con sus armas.
Dicho día, el 17 de marzo, los llevaron a la comisaría de policía de Idlib y de allí a un centro de detención no determinado de Damasco, donde cada uno de ellos estuvo recluido en régimen de aislamiento en una pequeña celda.
Özköse ha contado que su celda tenía sólo un ventanuco, desde el que no veía el sol, y que vio a otros detenidos hacinados en pequeñas celdas. Ha afirmado que algunos parecían tener sólo 14 años. Aunque los dos reporteros han confirmado que no los sometieron a tortura física, aseguran que oían a otros detenidos gritar y llorar a causa de las torturas recibidas
Según su relato, tenía que dormir en el suelo, con sólo unas mantas, y que se veían obligados a comer con las manos. Se les permitía utilizar brevemente el retrete tres veces al día y siempre a las mismas horas. Pese a que lo preguntaron reiteradamente, las autoridades sirias no les informaron en ningún momento del motivo de su detención ni de por qué seguían recluidos.
Su libertad fue negociada por las autoridades iraníes y ambos viajaron a Irán antes de regresar a su país, Turquía. Poco después quedaron en libertad dos iraníes que habían sido secuestrados en Siria, aparentemente por fuerzas de la oposición. Pero las autoridades iraníes han negado roda relación entre su liberación y la de los periodistas turcos.
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