Fumata blanca en Tussam

Todo hace indicar que hay fumata blanca en Tussam. Habemus Papa. ¿El calendario Probable? De lunes a miércoles reuniones del gerente con los trabajadores, a tres turnos diarios, en el salón de actos de la empresa para explicar la estrategia del plan de viabilidad. El jueves el referéndum y el viernes, en caso de que todo salga como está planeado, la firma del acuerdo, con recortes incluidos.

Todo eso a pesar de la incoherencia que supone vender austeridad y control del gasto como emblemas de un gobierno municipal que luego no tiene reparo alguno en gastarse 64.000 euros en la final de la copa Davis, extender la gratuidad de la tarjeta de la 3ª Edad a todos los mayores de 65 años sin importar la renta, al contrario de lo que predica María Dolores de Cospedal en Castilla La Mancha, o incrementar en 2.400 euros anuales el salario a los casi mil integrantes de la Policía Local y prometerles lo mismo a los bomberos. Y eso que, según Zoido, 70 millones de euros de la deuda de la empresa no son achacables más que a la mala gestión del equipo de gobierno anterior.

El Alcalde prometió en campaña, por activa y por pasiva, que lo último que se tocaría sería los sueldos de los trabajadores. Parece ser que se ha llegado a la conclusión de que hay que tocarlos. Bien. Pero no ocurre lo mismo con la igualmente proclamada a los cuatro vientos auditoría que se haría nada más aterrizar en la empresa y la depuración de las consiguientes responsabilidades que se pudieran derivar de la misma. Ahí, como siempre, no llegamos. Nos quedamos cortos y con la boca abierta como bobos.

Hay que recortar el salario de 1.500 trabajadores. Ésa parece ser la conclusión más importante. Es necesario para garantizar la viabilidad de la empresa y los puestos de trabajo de los compañeros eventuales. De acuerdo. Ha llegado la hora de arrimar el hombro. Bien.

Pero en lo de arrimar el hombro es en donde se prevé el problema. Porque si todos hemos de aportar nuestro granito de arena para sacar a flote a la empresa, lo habremos de hacer de manera proporcional a lo que recibimos de ella. En roman paladino, quienes más han estado cobrando durante todos estos años es lógico que aporten más que quienes menos cobran. Si se aplica un tanto por ciento de recorte, el que sea, pues el mismo para todos.

Sin embargo, resulta que de lo que se está hablando es de rebajar los salarios en una cantidad anual igual para todo el mundo que rondaría los 1.100 euros. Y eso es de una injusticia galopante. Comprenderéis que no tiene el mismo impacto rebajar tal cantidad en un salario de 29.000 euros anuales que en uno de 45.000 o más. Eso lo entiende hasta un niño de cinco años. Pues eso es lo que quieren hacer.

¿La crisis financiera pesa equitativamente sobre las espaldas de todos? No, pesa el doble sobre los que menos ganan. Y a eso no se le puede llamar nuca arrimar el hombro entre todos, por mucho maquillaje que le quieran dar.