Hoy se han producido dos noticias simultáneas que determinan una incógnita que puede ser definitiva de cara a las elecciones municipales a la alcaldía de Sevilla.
De la primera de ellas da cuenta la Cadena Ser en un página web, donde cuenta que Izquierda Unida ha organizado una firma pública de un “Compromiso Ético por la Regeneración Democrática”, una especie de garantía en prevención de los eventuales casos de corrupción que pudieran producirse. Todos los candidatos municipales y autonómicos de la formación de izquierdas están obligados a suscribirlo a partir de hoy. El compromiso consiste en aceptar la dimisión cautelar de los cargos públicos y de libre designación que resulten imputados o procesados por delitos de corrupción política o urbanística.
La segunda ha corrido como la pólvora por las ediciones digitales de los medios locales de Sevilla durante la mañana de hoy y no es otra que la imputación del primer teniente de alcalde y candidato a la alcaldía por dicha formación, Antonio Rodrigo Torrijos, por la venta de los suelos de Mercasevilla.
La incógnita ahora es si Torrijos aceptará dicha imputación como motivo suficiente para su renuncia a la candidatura a la alcaldía y si, en caso de no hacerlo, su formación tomará las medidas pertinentes para que no sea el candidato.
Lo que no puede producirse en ningún caso es la firma de dicho documento por Torrijos y su continuidad como candidato a la alcaldía. Sería retorcer el rizo demasiado.
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