Jesús Rodríguez / Gregorio Verdugo
Hay que reconocer que hay convenciones y hay convenciones. Cuando el Partido Popular celebró la suya en esta misma ciudad no hace mucho, tanto mi compañero como yo intentamos acreditarnos para cubrirla informativamente, tal y como estamos haciendo ahora mismo, pero se nos denegó bajó la sempiterna excusa de que “no formábamos parte de un medio de comunicación tradicional”.
Los del PSOE parecen haber aprendido de la lección y hay que reconocer que todo han sido facilidades desde que hicimos manifiesta nuestra intención de darle cobertura informativa al evento. En esto, al menos, la distancia que llevan por delante es sideral en comparación al Partido Popular, que continúa viendo la labor informativa como propia de viejos diplodocus asociados a los grandes medios y no les importa en absoluto la labor que realizan cientos de periodistas de manera anónima y a diario en la red.
La Convención Municipal socialista se inició esta mañana con el acto de apertura a cargo del secretario del Área de Ciudad y Política Municipal del PSOE, Antonio Hernando, que dio la bienvenida a los asistentes y los conminó a trabajar duro para elaborar el eje marco sobre el que se desarrollarán las políticas municipales que los socialitas integrarán en sus programas electorales de cara a los comicios de mayo.
A continuación intervino el vicepresidente tercero y Ministro de Política Territorial y Administraciones Públicas, Manuel Chaves, que lucía ese look suyo, que ya es todo un clásico en los actos del partido socialista, de chaqueta gris moteada sobre camisa negra. Tras augurar que Juan Espadas será el próximo alcalde de Sevilla, comenzó arremetiendo contra el Partido Popular, afirmando que “hay quien se empeña en embarrar el campo de juego, quizás porque no saben desenvolverse en otro” y que a este partido “no le importa mucho el futuro de los más de 8.000 pueblos de España”.
Chaves, que tuvo palabras de reconocimiento para la labor del actual alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, orientó su intervención a una encendida defensa de la política.
-Aquí venimos a hablar sobre todo de los ciudadanos, de sus derechos y sus necesidades- dijo, - porque nuestro principal objetivo es empleo, empleo y empleo.-
En referencia a la crisis que nos ahoga, el ex presidente de la Junta aseguro que “no es verdad que todo esté determinado por las leyes de la economía, aunque existen condicionantes, pero la política puede cambiar las cosas, y de hecho las cambia”, porque el principal objetivo de esta Convención no es otro que “decidir qué es lo que queremos los socialistas, que consideramos que es lo que quieren los ciudadanos”.
Chaves también tuvo palabras para elogiar el reciente pacto social alcanzado entre gobierno, patronal y sindicatos en el tema de las pensiones, asegurando que “ha prevalecido el sentido de la responsabilidad” y que “nada es más socialista que tomar las medidas necesarias para mantener la fortaleza del sistema público de pensiones”. En su opinión “todos los cambios que podamos hacer son más válidos si se hacen desde el acuerdo y el consenso”. Está claro que el acuerdo hay que venderlo al precio que sea, porque es una de las pocas agarraderas que le queda al actual gobierno. Lo que habría es que preguntarle a los miles y miles de delegados sindicales que ahora tienen que dar la cara ante sus afiliados si opinan igual.
Aún así, y a pesar de que los últimos datos que se han hecho públicos se empeñan en contradecirlo, Chaves insistió en que “todas las reformas que hemos llevado a cabo no tienen otro objetivo fundamental que el empleo”. Esperemos que las próximas que emprendan obtengan al menos mejores resultados.
Posteriormente tomó la palabra el presidente de la FEMP y alcalde de Getafe, Pedro Castro, que recalcó que “nuestra forma de gobernar es más necesaria que nunca, afrontando grandes cambios y poniendo al ciudadano en el centro de nuestra gestión”, destacando los más de 11.000 millones de euros que el Gobierno de la nación ha aportado para que los gestionen los ayuntamientos en lo que calificó como “un ejemplo de eficacia”.
Castro advirtió del peligro de que los ciudadanos se distancien de la política o que “piensen que los políticos no trabajan para solucionar sus problemas” y diagnosticó que el principal problema de los ciudadanos es el paro, “algo que los políticos sabemos”, por eso ahora más que nunca “los acuerdos sociales son más necesarios”.
El acto lo cerró el ministro de Fomento, José Blanco, en lo que fue la intervención más política de la mañana, quien aseguro que ahora toca “dar la cara por el partido socialista”, porque eso es un acto de “responsabilidad política”.
Blanco dejó bien claro la importancia de esta ciudad en la estrategia electoral de los dos partidos mayoritarios al afirmar que “Sevilla nunca dejará de ser una bandera de todo el socialismo español”, un mensaje quizás demasiado optimista dado el cariz que están tomando los últimos acontecimientos.
El grueso de su intervención estuvo dedicado a las críticas al principal partido de la oposición, afirmando que "sabemos que Rajoy no es útil. Sólo siembra derrotismo. Y quien siembra vientos, recoge tempestades" y que el milagro económico del que tanto se jactaba Aznar“consistía en una gigantesca burbuja inmobiliaria generada con la ley del suelo de Cascos” de la que todavía estamos pagando las consecuencias. Concluyó con que “la avaricia de los mercados provocó la crisis y la avaricia electoral del PP provoca su comportamiento” y que contra dicho mal no hay mejor remedio que “una papeleta para el Partido Socialista”.
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