"No conozco a ninguna persona en este mundo que no sea agricultor y Manu Arteche no iba a ser menos, a pesar de sus casi cincuenta años en el oficio.
Manu es un periodista con bastante oficio y olfato de sabueso que trabaja en El Heraldo casi desde que las cosas tienen nombre. Su especialidad es una especie de crónicas, precisas y muy documentadas, sobre el pálpito de la actualidad local que gozan de bastante popularidad entre los lectores. Manu, cuando el nivel de bourbon sobrepasa la línea imaginaria que une ambas cejas, suele jactarse de ser quien más al corriente está de cuanto acontece en la ciudad. Y, aunque pueda parecer manido, lo que dice es absolutamente verdad.
Su pasión por el periodismo es tal que todo lo demás en su vida adopta inmediatamente un papel secundario. Su figura cansina de viejo diplodocus de las redacciones sólo se conmociona cuando tiene delante de sus ojos vidriosos una buena historia o cuando ejercita con una naturalidad asombrosa el viejo mantra de la profesión de mimar a una fuente valiosa."
El resto del relato y los comentarios en "La copa del meado", una iniciativa literaria de unos amigos que merece bien la pena difundir.
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