Los comerciantes del casco histórico de Sevilla están que trinan desde la entrada en vigor del Plan Centro, ideado por el inefable Fran Fernández para restringir el tráfico en centro de la ciudad y de camino recaudar una pasta en multas, que las arcas están que trinan con esto de la crisis y el despilfarro.
Se quejan de que, desde la puesta en marcha del engendro, sus ventas han descendido un 30% debido a que las restricciones al tráfico rodado han tenido como consecuencia una menor afluencia de compradores a sus negocios.
El Delegado de Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla, en un acceso filosofal sin precedentes, les ha respondido desde los titulares de los medios pidiéndoles que abandonen los mensajes catastrofistas, porque “las que compran son las personas, no los vehículos”.
Y, por una vez, Fran Fernández tiene razón, por más que cueste creerlo.
En primer lugar porque si hay algo a lo que agarrarse sin temor a descalabrarse eso es la evidencia, esa “certeza clara y manifiesta de la que no se puede dudar” que nos hace pensar que estamos en lo cierto. No hay más que darse un paseo por el centro de la ciudad para que la evidencia aflore ante nuestros ojos: hay tanta gente paseando por sus calles como antes o más.
Así que nuestros comerciantes deberían hurgar más en otras razones, -quizás la crisis, tal vez un comercio al que le cuesta vida y milagros el renovarse-, a la hora de justificar una caída tan importante en el nivel de ventas.
En segundo lugar, y más importante aún, a Fran Fernández le otorga la razón su propia incompetencia, sin más. Los comerciantes han retado a Tussam a que proporcione la comparativa de viajeros al centro desde el año 2000, en un intento de demostrar que es el descenso de viajeros de las líneas del centro el culpable, junto con la restricción del tráfico de vehículos, de su debacle comercial. Y es ahí donde pinchan en hueso, porque la caída de viajeros de la empresa municipal de transporte urbano sevillana es imparable y se remonta a bastantes años atrás. Supongo que el hecho de que la empresa se haya negado a proporcionar dichos datos es debido más a la negativa de una dirección nefasta a reconocer públicamente su incompetencia que a otra cosa.
Durante el período transcurrido de 2003 a 2008 (sin Plan Centro en vigor, por cierto), Tussam perdió en total 2.420.809 viajeros. Sólo hay que molestarse en escudriñar en sus memorias anuales publicadas en la web para comprobarlo. En todos esos años perdió viajeros en cada uno de ellos con respecto al año anterior en porcentajes de hasta un 1,07%, salvo en el año 2007 que tuvo un leve repunte del 0.92%.
De todas las líneas que llegaban hasta el centro en los diferentes trazados en cada momento, tan sólo la 10, 22, 27 y 32 aumentaron el número de viajeros en dicho período, siendo todas las demás deficitarias en este aspecto con cifras que van desde los 76.773 viajeros que pierde la línea 14, hasta los 1.335.066 de la línea 23, o los 1.081.009 de la línea 26. La caída en picado de viajeros la maquillan los 4.463.646 viajeros que transporta el Metrocentro en el segundo año de su implantación.
Es cierto que faltan los datos relativos al año pasado y al que ahora concluye. Pero no es menos cierto que el descenso vertiginoso de viajeros de Tussam, tanto en general como aquellos que utilizan líneas con el centro de la ciudad como destino, se viene produciendo desde bastante antes de que se implantaran las retricciones al tráfico rodado. Y no recuerdo que durante dichos años los comerciantes hayan clamado al cielo por una caída en sus ventas por ese motivo.
Una cosa es que el ínclito Fran Fernández y ese acólito de postín suyo llamado Arizaga hayan significado un desastre para la subsistencia de una empresa como Tussam, algo que ya más que evidente parece de juzgado de guardia, y otra que vayamos ahora a hacerlo responsable de todos los males del mundo.
El Plan Centro tendrá todos los defectos del mundo, que no lo dudo, y habrá que esperar nuevos datos para comprobar la incidencia que tiene en el comercio y también en otras cuestiones del centro histórico de la ciudad. Pero de lo que no se le puede culpar, sin lugar a dudas, es de la caída en picado de viajeros de Tussam. Para eso ya se bastaban solas estas dos fieras de la gestión mucho antes de que a alguien se le ocurriera planificarlo. Ellos son así de cracks.
5 comentarios:
Es un documental que te dejo para que lo puedas ver, igual ya lo conoces
http://www.youtube.com/watch?v=DikiLizFjAU
Vivan los periodistas y la información libre
Además de estudiar, llevo 7 años trabajando en el centro, concretamente en la C/Sierpes. A favor de los comerciantes he de decir que en estos tiempos de crisis uno apunta con el dedo a todo lo que se mueve para culpar de la situación actual en lugar de hacer ejercicio de conciencia y comprobar el estado anímico y moral de los trabajadores del sector del comercio. Uno de los convenios mas injusto y precario que desmoraliza y desmotiva a cualquiera y que no ayuda para nada a que la unión de trabajadores aflote las ventas.
Bajo mi punto de vista, la afluencia de público al centro no ha cambiado mucho en estos 7 años, en cambio, sí que lo ha hecho la relación visita/compra ya que como reza el dicho: "Mucho ruido y pocas nueces".
Te deseo feliz año 2011. Y seria la hostia si el borbon abdicara y si adolfo cogiera sus enseres y si enrrolara en la marina mercante.
Pues sí, Daniel, es una visión muy acertada, sobre todo en lo referente a la relación visitas/compra, que creo que es de verdad lo que ha cambiado.
Anónimo: gracias, aunque sea con un poco retraso y que viva la información libre y que se vaya de una puta vez el borbón.
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