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06 septiembre 2010

La preocupante guerra del Ayuntamiento de Sevilla con su Policía Local

Me imagino que no seré el único ciudadano de Sevilla que está algo más que mosqueado con lo que está ocurriendo entre el Ayuntamiento de Sevilla y el Sindicato Profesional de la Policía Local de Sevilla a cuenta del impago de las horas extras. Y me preocupa porque ese tipo de leguaje y sus nefastas consecuencias lo hemos vivido ya antes los trabajadores de Tussam con el resultado que todos conocemos.

Porque el que unos policías locales reivindiquen el pago atrasado de salarios o cualquier otra demanda de índole laboral mediante concentraciones, manifestaciones, o cualquier otro acto pacífico ideado a tal fin, debería ser una cosa de lo más normal del mundo.

Sin embargo aquí están apareciendo informaciones en la prensa que, leídas en su letra pequeña, más que tranquilizar a los ciudadanos, les están dando motivos más que suficientes para preocuparse y muy en serio.

¿Qué es lo que está ocurriendo en el seno de la policía de la ciudad? ¿Está justificado el ensañamiento que el Ayuntamiento parece tener con este sindicato en concreto? ¿Por qué tanto mensaje velado y con segundas e intranquilizadoras intenciones?

Las acusaciones mutuas que se están vertiendo, además de peligrosas, cuestionan en su base al sistema democrático, porque salpican directamente al poder establecido y a su brazo articulado para mantener el orden y la seguridad ciudadana.

No es de recibo “que se roben entradas de un acontecimiento en una sede policial, como tampoco lo es que se destituya a una persona de su cargo por denunciarlo o por manifestarse reclamando sus derechos”. Pero lo es todavía menos, por lo que de gravedad conlleva de cara a quienes son responsables de la seguridad de tanta gente, que se insinúe la comisión de delitos intentando en todo momento vincularlos a las protestas sindicales. Y movilizando para ello a la ya famosa pléyade de comentaristas a sueldo y pesebreros habituales en las páginas de los diarios de la ciudad (ver comentarios de la noticia).

Entrar en ese terreno tan peligroso puede tener fatales consecuencias. ¿Alguien se ha parado a pensar lo que todo esto significa? Hacen falta pruebas para lanzar tales insinuaciones en los medios y, sobre todo, mucho sentido común a la hora de gestionar un asunto tan feo como éste.

Y lo que menos me cuadra de todo esto: nadie que sospecha con fundamento avisa al ladrón que la policía lo estará esperando dentro de la casa que pretende robar. Se llevan a cabo las acciones necesarias para detenerlo, como manda la ley, pero nunca se inicia antes una guerra de acusaciones desde los medios que pueden prevenirlo. A no ser que se pretenda manipular la información con fines oscuros e ilícitos.



2 comentarios:

manusevi63 dijo...

Vamos al hecho objetivo, a una hora de la disputa de la etapa de la vuelta ciclista, habia semaforos en la ciudad que no funcionaban.

Gregorio Verdugo dijo...

manusevi63: ese puede que sea un hecho objetivo cualquier día en la vida de esta ciudad. En todo caso las insinuaciones no valen, sólo las pruebas y las acusaciones concretas. El resto es literatura barata y con muy mala leche.