El congreso procesión del Psoe de Andalucía

Los congresos son como las procesiones, que, como asevera el refrán, siempre van por dentro. Y el que se ha celebrado esta semana en Sevilla del PSOE de Andalucía no iba a ser menos. Todo estaba atado y bien atado antes de la celebración del cónclave, pero los partidos siempre hay que ganarlos en el terreno de juego para que el resultado tenga validez, como así sucedió.

Ha sido mi primera experiencia en un evento de estas características en calidad de informador y, a fuerza de ser sincero, he de reconocer que no me ha gustado. Ni mucho menos.

En el plano político, amén del recibimiento a Zapatero con palmas por fandangos de Huelva, destacar dos cuestiones que llamaron mi atención del discurso del nuevo secretario general José Antonio Griñán.

La primera, su apuesta por la “economía de la igualdad”, porque “la desigualdad es un problema de ineficiencia económica”. Y la segunda, su defensa de la idea de que “cuantas más oportunidades más conocimiento tiene una sociedad”y su convencimiento de implantarlas mediante una apuesta por “políticas activas para generar oportunidades” tomando como base y pieza clave la educación. Me parece un planteamiento interesante al que conviene seguir la pista a corta distancia para comprobar los resultados que es capaz de ofrecer.

Tampoco me pasó desapercibido que su discurso fue el único que albergó algo de autocrítica a cómo se han hecho ciertas cosas, ni su defensa de una política de derechos y también de obligaciones, donde se tengan en cuenta los méritos y el esfuerzo de cada uno. Algo que, si se lleva a cabo, dotaría de un caudal de transparencia a la gestión política, pero que se contradice con esa tradición emblemática en los partidos de pasar al cobro facturas atrasadas a la primera ocasión que se presente.

Una cosa a destacar en el discurso de Zapatero, enmarcado por lo demás en la tónica habitual acorde a los vientos que soplan, ha sido que en una plegaria casi interminable con recuerdos para quienes se van y elogios, halagos y parabienes para quienes llegan, el presidente no tuvo ni una sola palabra de agradecimiento para el Alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, que no se presentará a la reelección tras once años en el cargo. Ésa era la batalla que se estaba disputando en la trastienda del congreso.

No corren buenos tiempos para el sector que lidera el alcalde, porque el triunfo de las tesis del secretario general del partido en Sevilla, José Antonio Viera, se vio refrendado con una alta representación en la flamante ejecutiva provincial y con dos nombramientos de especial relevancia: el de Susana Díaz, delfín de Viera, como número tres del partido a nivel regional, y el de Juan Espadas como vocal, en lo que se interpreta como la “pole position” en su carrera por la designación como candidato a la alcaldía que Monteseirín deja vacante. La debacle de las filas del alcalde ha sido tal, que algunos se atreven ya incluso a poner fecha a su salida del Ayuntamiento de Sevilla.

En el plano informativo se puede resumir todo en una sola palabra: decepción. Me vengo con la sensación de que la invitación a los blogguers y la constante alusión a su presencia en el plenario se queda sólo en un gesto de buena voluntad, que se agradece, pero que a mi entender es insuficiente. Los blogguers damos bastante más en un congreso de lo que recibimos. El resultado es demasiado desproporcionado como para que te entren ganas de repetir si las cosas continúan así.

En primer lugar por los constantes problemas con el wifi, que ya en la segunda jornada se cayó definitivamente y no volvió a levantar cabeza. Los organizadores tienen que entender la delicadeza de este asunto, porque un blogguer sin conexión a la red es como un convidado de piedra. Miguel Ángel Vázquez, responsable en la nueva ejecutiva de la política 2.0, tiene un arduo trabajo por delante en este aspecto.

En segundo lugar, nuestra presencia es más testimonial que otra cosa, porque me da la sensación de que no nos consideran informadores, cosa que sí se hace con los medios tradicionales. Y un blogger va a un congreso de estas características a informar, no a posar como un cuadro de modernidad en la última fila del anfiteatro. Sería conveniente que, para futuras ocasiones, brindaran a los blogguers las mismas facilidades que otorgan a los medios convencionales, porque además de significar una clara vocación de transparencia, es una fuerte apuesta por el futuro de la comunicación.

Para finalizar, un congreso es el mejor escenario representativo de eso que han dado en llamar “periodismo de declaraciones”. Allí nadie se sale del guión preestablecido y los políticos que tienen algo que decir se muestran más inaccesibles que nunca. Casi ninguno se atreve a abrir la boca ante un micrófono por miedo a quedarse fuera de la foto. Es lo que menos me ha gustado de la experiencia, por eso me he guardado las catorce preguntas que llevaba preparadas para el alcalde de Sevilla para cuando se presente mejor ocasión.

Por lo demás, agradecer la deferencia al PSOE de Andalucía y su voluntad decidida por abrir la política al mundo 2.0. Es un camino largo y difícil, con innumerables obstáculos, pero un camino que es necesario emprender en el que se han dado ya los primeros pasos con decisión y con ganas de aprender de la experiencia. Ahora toca continuar avanzando.