Cuando un comentario es un post en sí mismo

Siempre he dicho que uno de los mayores lujos que se puede permitir un blog es contar con comentaristas que no sólo enriquecen los contenidos a través de la interacción, sino que en la mayoría de las ocasiones superan con creces el tino periodístico del artículo en cuestión. Es algo más que un orgullo y una satisfacción tener lectores, y amigos, así, porque ahí radica la esencia de la red y del conocimiento compartido.

Hoy os dejo aquí íntegro el comentario que Daniel Guerrero, compañero de la facultad, amigo y una pluma singular, ha dejado en el post de este blog titulado “El bosque tras los árboles de los números de Tussam”.

Creo que tiene más que merecido ser un post en sí mismo. Por eso lo traigo aquí.

Muchas gracias, Daniel.

“Hay 2 clases de empresas: privada y pública. La primera busca ganar dinero, la segunda prestar un servicio. Quien habla de deficiencias en una empresa pública, engaña. Siempre son deficitarias porque atienden necesidades sociales, no rentabilidad económica, pues para ello se financian con los Presupuestos. Podrían ser más eficientes, que es otra cosa. En cualquier caso, la culpa de una mala gestión no es de los trabajadores, sino de la dirección (económica y política). Es evidente que Tussam se ha usado para "financiar" otras cosas (ilegales, alegales o lícitas, da igual) y se ha desmadrado el déficit. Pero privatizar no soluciona el problema empresarial, menos aún el social. Cede activos públicos necesarios para la prestación de servicios a la comunidad. No hay que entrar en el juego de la "rentabilidad", sino en la necesidad de ofrecer un transporte público eficaz, suficiente y eficiente. Hay que desenmascarar estas maniobras políticas: que sean claros y honestos. Y luego, que apechugen con las consecuencias.”