Ayer por la tarde, los trabajadores de Tussam protagonizaron una marcha en coches y motos por toda la ciudad de Sevilla para hacer visible su protesta contra la privatización de la empresa municipal de transportes y por la conservación de los puestos de trabajo.
Es la primera de una larga serie de acciones de presión que llevará a cabo la plantilla en oposición a esa perla de la economía moderna que Carlos Arizaga, ese que cobra más que Zapatero por perder viajeros, ha dado en denominar “plan de viabilidad”, un documento pérfido y enrevesado que ataca al empleo de ciento cuarenta compañeros, al carácter público de la empresa y en definitiva a las condiciones laborales y la estabilidad de todos y cada uno de los puestos de trabajo de la empresa. Bueno, de todos, lo que se dice de todos no. El suyo se queda intacto, que para eso el tipo es ingeniero pero no tonto.
Os dejo aquí un vídeo sobre como ha transcurrido la protesta.
Esto no ha hecho más que empezar y seguro que ya le está doliendo la cabeza a más de uno que yo me sé.
Aprovechando que, desgraciadamente, de nuevo viene a las páginas de este blog el conflicto de Tussam os informo que tras el ridículo escrito aquel en el que me requerían para que descubriese a mi fuente, he recibido hoy este que os dejo aquí.
Sacad vuestras propias conclusiones, pero a mí me parece que lo que se dice muy listos no son. Osea que donde dije digo, ahora digo Diego.
Y pretende Díaz Ferrán que los tengamos que aguantar hasta los setenta años. Apañados vamos.
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