“No es sólo libertad de expresión lo que está en juego, lo que verdaderamente está en juego es la pluralidad, la diversidad, el derecho fundamental a ser diferentes. Resulta más fácil defender los derechos de una especie animal o vegetal en vías de extinción que los de un pensamiento cercado por la dictadura de la uniformidad.”
Más en “Discrepar no es un delito”.
Ramón, como siempre, una delicia a paladear.
Pues eso, discrepemos.
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