Los empresarios se quejan de que la corrupción generalizada que campea por les predios del reino “está cultivando un clima de desconfianza que congelará los flujos de inversión en nuestro país, lo que, a su vez, complicará aún más su salida de la crisis”.
Y tienen razón, podrían empezar por aplicarse el cuento y dejar de pagar cantidades ingentes de dinero por entrar a participar en el reparto de la tarta.
Igual si se negasen radicalmente a pasar por caja los políticos sentirían también menos tentaciones de delinquir.
2 comentarios:
Piensa la mierda que la culpa de su mala imagen es de las moscas...
Anónimo: pues una duchita no les vendría mal (para espantar a las moscas, claro).
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