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13 noviembre 2009

Detengamos el hambre de los más desfavorecidos


La crisis ha disparado las cifras y también nuestra escasa capacidad de asombro ante las mismas. Ahora uno de cada seis habitantes del mundo padece hambre y nadie parece querer darse cuenta de ello, y mucho menos los gobiernos.
Durante los días del 16 al 18 de noviembre, líderes de todo el planeta se reunirán en la Cumbre Mundial sobre Alimentación en Roma para abordar estos problemas.
Una buena medida sería financiar el estímulo de la agricultura sostenible en estos países en vez de la ya tradicional ayuda humanitaria, cuya eficacia ya muchos cuestionan.
Sin embargo,
Francia, Alemania, el Reino Unido, Italia y Japón están faltando a la promesa realizada el pasado verano de invertir 20 mil millones de dólares en dicha materia.
El mundo produce alimentos para todos pero, a pesar de ello, el número de personas que sufren de hambre crónica en todo el planeta ha alcanzado la cifra récord de mil millones este año.
Los gobiernos más ricos se gastan cientos de miles de millones para rescatar bancos e instituciones financieras. Y al mismo tiempo, los países del G8 pretenden recortar su promesa de 20 mil millones de dólares para financiar la agricultura en los países más pobres. De momento sólo han puesto sobre la mesa 3 mil millones en nuevos fondos, mientras millones de personas se enfrentan a diario a un hambre que amenaza sus vidas. Todo un alarde de la ética occidental.
La crisis económica y el cambio climático golpean severamente a los más pobres y empuja a millones de seres humanos al borde mismo de la supervivencia. Aquí no hay derechos fundamentales ni Estado que los proteja, aquí sólo hay una ingente humanidad expuesta a la intemperie más cruel y sanguinaria.
AVAAZ.org
está realizando una recogida de firmas para hacer entrega de las mismas mediante un espectacular evento en el Coliseo Romano en los días que se celebre la cumbre, exigiendo a los líderes mundiales el cumplimiento de su palabra.
Igual te gustaría no quedarte al margen de algo tan solidario.



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