Alfredo Sánchez Monteseirín, Alcalde de Sevilla, ha anunciado que se está estudiando subir las tarifas de Tussam, para unificarlas con las de los autobuses interurbanos del Consorcio de Transportes Metropolitanos, en línea con lo que sucede "en otras grandes ciudades como Madrid o Barcelona".
Es decir, más dinero público para que Arizaga pueda seguir dedicándose a su antojo al juego del ratón y el gato con todo empleado que no piense como él. Aunque esta extraña utilización del dinero público no sucede en las “otras grandes ciudades”, aquí sí. Somos así de especiales, de un color especial diría yo.
Pero, al margen de si la subida es o no coherente, (la coherencia de la actitud de Arizaga ni siquiera se le supone), lo que más me ha sorprendido de la noticia son las declaraciones al respecto que ha efectuado Juan Ignacio Zoido, portavoz municipal del PP, que reclamo más profesionales para "mejorar la gestión" en Tussam.
Deduzco dos cosas de las palabras de Zoido, la primera que ha debido querer decir “mejores profesionales” en vez de limitarse a incrementar la cantidad de directivos sin más, y la segunda que Zoido también considera, a tenor de sus palabras, la gestión de la empresa como manifiestamente mejorable, si no pésima.
Lo que no acabo de entender –seguramente es la pregunta del millón- es que si dos de los tres grupos municipales del Ayuntamiento de Sevilla están de acuerdo en que la gestión de la empresa municipal de transporte urbano de la ciudad es desastrosa, cómo se explica que Arizaga permanezca todavía en su poltrona dorada.
Cosas de la política municipal, supongo.
2 comentarios:
Porque Arizaga no está para administrar Tussam con criterios de eficacia y eficiencia empresarial, sino para gestionar (como manijero) unos recursos de los que se beneficia quien lo nombra: un partido y su dedo designante. Y el PP está deseando acceder al mando para... hacer lo mismo. Así de claro, socio.
Anónimo: pues eso.
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